Para Kolau es un honor inaugurar el Plan de Digitalización MIPYME en Costa Rica, con una serie semanal de entrevistas a empresas destacadas, y así dar visibilidad a MiPymes exitosas que nos acompañarán en este hermoso país centroamericano.
¿Qué mejor manera de celebrar que ya estamos en Costa Rica trabajando en la digitalización de micropymes, que con flores, fresas, chocolates, globos y todos los bombos y platillos que nos ofrecen los arreglos comestibles de Saboreando?
Cheysson Solano y Ariana Garcia son dos administradores y esposos que se lanzaron a fundar su propio negocio familiar de arreglos comestibles hace más de un lustro. Un emprendimiento en el que está muy presente la perseverancia y el amor por el trabajo, por la familia y por servir a los clientes. Hoy comparten con nuestros lectores, cómo ha sido este dulce camino de emprender, que sin duda también ha tenido algunos sinsabores con lecciones aprendidas.
PREGUNTA. Hola Cheysson y Ariana, les damos la bienvenida a nuestra serie de entrevistas semanales. ¡Enhorabuena por ser la primera empresa destacada en Costa Rica! Nos gustaría empezar por conocer un poco más de ¿cómo surge Saboreando y cuál es su historia?
RESPUESTA. Cheysson: Saboreando es una empresa de arreglos frutales y florales que nació con la idea de que pudiésemos emprender nuestro propio negocio. Somo dos administradores de profesión, y cuando decidimos lanzar Saboreando buscábamos no sólo salir adelante como familia, sino también despedirnos del ambiente corporativo de las empresas grandes en las que estábamos trabajando.
La idea de hacer arreglos comestibles surge analizando qué negocio queríamos montar y qué nos interesaba. Surgió la idea de hacer arreglos frutales, y empezamos a investigar cómo lo hacían en otros países como México, Colombia, etc. donde ya era un mercado desarrollado.
Aquí en Costa Rica no era algo común cuando nosotros nos lo planteamos. Ciertamente había un par de personas que ofrecían el servicio, pero eran más como amas de casa que lo hacían para tener un ingresito extra. No estaba profesionalizado. Entonces fue justamente lo que quisimos hacer, profesionalizar este rubro del negocio.
P. ¿Ser esposos implica un reto extra? Los emprendimientos familiares suelen tener más historia. Si bien es cierto que hay más retos, también suelen dar grandes satisfacciones.
R. Cheysson: Empezamos hace seis años con esta aventura. Ya estábamos juntos, pero queríamos tener nuestro negocio propio. Inicialmente Ariana dejó su trabajo [nos cuenta Cheysson con orgullo] para dedicarse a la empresa. La idea era que una vez que estuviese más maduro, pues yo también me uniría. Y así lo hicimos.
Empezamos todas las ventas virtualmente y hoy en día seguimos haciéndolo, pero ahora también tenemos un local. Estamos establecidos en San José de Costa Rica. Sin embargo, el 99% de nuestros clientes nos contactan y compran por Internet.
P. Dado que la mayor parte de sus clientes llegan por Internet, ¿Cómo funciona el contacto con los interesados?
R. Cheysson: Es muy fácil para el cliente. Va a nuestra página web y de allí puede contactarnos directamente por teléfono o por WhatsApp. Selecciona el arreglo que le guste o nos cuenta qué le gustaría o cómo quiere sorprender a ese ser querido, y personalizamos y preparamos su arreglo. Puede pagar por tarjeta, seguro y sin problema.
Para el envío, contamos con una flotilla mensajera de una empresa proveedora que ya sabe cómo trabajar con nuestros productos. Saben cómo se deben tratar y enviar las flores y las frutas y todos los arreglos. Los enviamos en bolsos adecuados para que no se golpeen y se mantengan a la temperatura adecuada.
Claro, todo esto lo hemos desarrollado nosotros mismos a prueba y error. Al principio teníamos un solo mensajero y no sabíamos muy bien cómo evitar que se golpearan los arreglos [acota Cheysson entre risas].
P. Es que en seis años pueden pasar muchas cosas. No sólo ya tienen proveedores y el local, también han crecido como familia y ya tienen a su pequeña hija [entre risas, luego de recibir la visita de la nena que se acerca a saludar, con la certeza de ser también parte vital en el negocio familiar]. ¿Pero, cómo ha sido ese camino de crecimiento? ¿Qué ha sido lo más difícil?
R. Cheysson: Siempre ha sido difícil. Hasta el sol de hoy, ha sido todo un reto hacer crecer el negocio. Por ejemplo, un gran desafío ha sido trabajar con nuestra materia prima, que son frutas y flores. La mayor parte de nuestros arreglos los hacemos con fresas y a veces se nos complica, porque llueve mucho o hace mucho sol o no hay producción. Hemos tenido que irlo manejando y aprendiendo.
Dado que la empresa está más consolidada, ya sabemos cómo es el flujo. Hemos aprendido cómo y cuándo necesitamos hacer los pedidos a los proveedores. Por ejemplo, las fresas con la que trabajamos que son muy delicadas, las traemos todos los días. Así aseguramos que están muy frescas y que no tendremos problemas con ellas.
Igual el tema de las flores también son productos perecederos, pero para ellas tenemos un proveedor externo y éste se encarga de mantener la frescura y calidad de las flores.
P. ¿Pero los arreglos y los artículos en su catálogo de productos, los hacen ustedes mismos?
R. Cheysson: Sí, correcto. Actualmente sólo nosotros dos hacemos los arreglos comestibles. Antes teníamos otras personas que nos ayudaban porque Ariana estaba embarazada, pero ahora que la bebé está más grande, ya estamos dedicados los dos a los productos comestibles.
La parte del negocio de los arreglos florales sí la manejamos con un tercero, un proveedor experto en arreglos con el que trabajamos muy de cerca. Decidimos tercerizar la parte de las flores, porque ellos saben mucho mejor que nosotros cómo seleccionar, cuidar y montar las flores y ellos mismos tienen la materia prima e incluso se ocupan de sacar los envíos que son sólo de flores. Toda la parte comestible y los servicios al cliente, sí la manejamos nosotros acá en el local.
P. Y con tantas responsabilidades, ¿Qué es lo que más disfrutan de Saboreando? ¿Qué es lo que más orgullo y satisfacción les da?
R. Ariana: A mí lo que más me llena es poder desarrollarme como profesional y la flexibilidad en horarios sin tener que cumplir horas muy rígidas de oficina, porque somos nuestros propios jefes. Además, nos permite desarrollar nuestra creatividad y pasar tiempo en familia. Podemos desarrollarnos y salir adelante en familia.
Cheysson: Sí, la oportunidad que nos da el negocio de estar los dos con nuestra hija juntos todo el día, implica tener tiempo de calidad en familia. Eso es de las cosas que más disfrutamos.
P. Qué maravilla que valoren su tiempo en familia y que su emprendimiento les permita fortalecer esos lazos. Sobre todo, porque si la mayoría de los clientes están en Internet, es frecuente que se pase mucho tiempo conectado. Sin embargo, nos gustaría saber ¿Qué ha significado para ustedes dicha presencia digital y por qué ha sido importante?
R. Cheysson: Realmente, la mayoría de la gente está siempre conectada a Internet y a las redes sociales. Aquí en el local sólo compran las personas que van de paso y nos ven, pero no es el grueso de nuestras ventas. Como te decía, el 99% de nuestros clientes nos compran de manera online.
Publicamos nuevos productos e imágenes continuamente en las redes sociales. Lo maravilloso de estar en Internet, con nuestra web y de tener presencia en las redes, es que podemos abarcar toda Costa Rica e incluso llegar a otros países.
Siempre hemos tenido claro que queríamos captar clientes fuera del país. Tener locales en otros países aún no lo hemos visualizado. Pero es que este negocio, es mucho más que fresas con chocolate. Es arte; Es algo muy personalizado. No es contratar a un florista y ya está. Lo complicado está en personalizar.
P. ¿Consideran esa personalización de los productos como parte de su estrategia de fidelización con los clientes?
R. Cheysson: Sí, claro. Tenemos un catálogo con arreglos estándar como base, pero luego cada cliente puede personalizar su arreglo a su gusto y a su presupuesto. Y cada mensaje es único, podemos colocar felicitaciones de todo tipo o mensajes de amor, o incluso tenemos la opción de imprimir y colocar en el arreglo una carta que el cliente nos haya enviado para su destinatario.
Parte de la estrategia con nuestros productos personalizados, es ofrecer una atención muy cercana. A la gente le llama mucho la atención que conversamos mucho con los clientes para saber a ciencia cierta qué necesitan y qué quieren transmitir con su arreglo. Además, les informamos de todo el recorrido de su compra, conocen cuándo sale su producto de aquí y cuándo se entrega con el acuse de recibido, eso les llama la atención.
Ariana: Nuestra estrategia es que creamos una experiencia de venta. Esta experiencia del cliente es muy importante, porque sabemos que es una compra que va ligada a distintos sentimientos.
P. Claro, la transparencia da confianza y seguridad a los clientes. Y además de crear un excelente servicio y una experiencia personalizada de compra, ¿Cuáles consideran que son sus otras ventajas competitivas con respecto a la competencia?
R. Cheysson: Nuestros principales valores diferenciales son:
-Entregamos el mismo día. Aunque es un trabajo muy manual y requiere dedicación personalizada, tratamos de que las entregas sean muy rápidas y eso atrae mucho a nuestros clientes.
-La relación calidad precio de nuestros productos. Porque nos aseguramos de que nuestros arreglos sean con materia prima de excelente calidad, sobre todo las frutas, el chocolate y las flores, pero siempre tratamos de tener precios asequibles.
– Somos líderes porque desde que empezamos sabemos que son muy pocas las empresas formales de este tipo en el país.
P. Con respecto a la capacitación y la formación. Ustedes empezaron el negocio porque vieron una oportunidad donde no había un rubro profesionalizado, pero luego de seis años ¿Qué formación e instrucción ha tenido que ir de la mano con el crecimiento de Saboreando?
R. Cheysson: Cuando empezamos tuvimos que hacer una investigación profunda del rubro, de los proveedores, de materias primas, de tipos de arreglos, materiales, decoración, etc. También nos hemos ido capacitando en temas de web, ventas online, y tercerizar procesos [como los arreglos florales]. Cada día se aprende algo nuevo.
Además, somos una empresa pequeña pero certificada y con todos los documentos en regla. En nuestro país hay muchas pymes que empiezan de manera no reglada por los costos, el tiempo y el papeleo. Para nosotros es un orgullo estar haciendo todo con las certificaciones necesarias, ya que eso nos ayuda a acceder a otras oportunidades, otros contactos y actividades con organizaciones públicas y privadas, como lo es por ejemplo este plan de digitalización con Kolau.
P. ¿Justamente con esta experiencia y con el camino recorrido, siendo una de las primeras empresas certificadas en profesionalizar este rubro en Costa Rica, qué consejos le darían a otros emprendedores que apenas están iniciándose?
R. Cheysson: Lo primero es que si tienen un propósito en la vida laboral hay que hacer hasta lo imposible para conseguirlo y no darse por vencido. Nunca es fácil, pero hay que tener perseverancia. Segundo, tener claro que, si van a emprender con la visión de que se va a trabajar menos, es partir de un terrible error. Al contrario, hay que trabajar 24×7 y hay días muy difíciles, pero también hay días geniales.
P. ¿Y en esos días difíciles, ¿cuáles son los mayores retos que han tenido que superar?
R. Ariana: Todos los días son diferentes. El mercado es muy cambiante, así que yo creo que el mayor reto que hemos logrado superar es la constancia y la perseverancia de trabajar todos los días. En realidad, lo que nos ha permitido seguir es el amor que le tenemos al trabajo y a las cosas que hacemos. Con eso salimos día a día.
P. Definitivamente hay un espacio para el amor en todo su emprendimiento, no sólo porque estamos hablando de un negocio familiar en el que ustedes como pareja han tenido que aprender a trabajar juntos y superar muchos obstáculos juntos, sino también porque el meollo de su negocio y sus productos está muy relacionado con los sentimientos, y con las expectativas de sus clientes de sorprender o expresar sus sentimientos a seres queridos.
R. Cheysson: Correcto, así es. Nosotros sabemos que cada arreglo se envía con mucho afecto y emoción. Cada detalle en nuestros productos tiene que poder transmitir esos sentimientos que nuestros clientes quieren expresar, ya sea a través de un arreglo de amor, de cumpleaños, de aniversario o a veces hasta un detalle después de un malentendido.
Es nuestro trabajo captar lo mejor posible lo que nuestros clientes quieren decir o lo que nos piden a través de Internet, WhatsApp o las redes sociales para luego plasmarlo en su arreglo personalizado.
P. Efectivamente es un proceso del día a día, pero si hoy tuviesen que visualizar a Saboreando en cinco años, ¿cómo lo ven?
R. Cheysson: Para nosotros la meta es tener más flujo de clientes y tener más personal. Además de convertirnos en una empresa muy consolidada en el país. Nos gustaría que cuando la gente piense en arreglos comestibles o florales, lo primero que le venga a la cabeza sea ¡Saboreando! El objetivo es que seamos muy conocidos por nuestra excelente calidad, pero también por nuestros precios. Trabajamos todos los días para poder llegar a ser el número y mantenernos así en este rubro.
El camino de Ariana y Cheysson en Saboreando, como muchos otros emprendimientos familiares, tiene grandes lecciones de negocio, pero también un valiosísimo aporte humano. Han compartido cómo la perseverancia, el amor en lo que se hace, la generación de experiencias positivas en la compra y la apuesta por la digitalización puede darnos buenos frutos, y en este caso, nunca mejor dicho.
Cada semana, destacamos una empresa de Costa Rica en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.