En el marco del Plan de Digitalización MIPYME en Honduras, esta semana protagoniza la serie de Empresas Destacadas: Agroindustrias El Coyol. Su propietario Rodolfo Benítez nos cuenta cómo este emprendimiento familiar va mucho más allá de cultivar y procesar el chile habanero para comercializar salsas picantes.
Es en realidad una aventura gastronómica, que comenzó con muy poco. Una motocicleta, la necesidad de un empleo, el apoyo de un programa de cooperación internacional y una receta familiar. Ahora esta peculiar salsa picante pretende llegar a todas las mesas hondureñas, más allá de la zona de occidente, y apoyar a colectivos vulnerables como madres solteras y jóvenes desempleados.
Aunque el chile habanero – el tercero más potente del mundo en grado de picosidad -, es el protagonista de esta MIPYME; en los últimos siete años, zanahorias, aceite de oliva, piñas, y otros productos vegetales 100% naturales, se han combinado con la dedicación, pasión y disciplina de Rodolfo y su equipo, para producir una receta con éxito en la finca familiar de El Coyol.
PREGUNTA: Hola Rodolfo, qué gusto tener a los productores del ya famoso Chile Habanero El Coyol como empresa destacada de la semana en Honduras. Cuéntanos, ¿cuál es la historia de Agroindustrias El Coyol y qué ofrecen?
RESPUESTA: Hola, muchas gracias. Somos una microempresa familiar dedicada desde hace siete años al cultivo y procesamiento de chile habanero. Éste no es un producto común aquí en el mercado en Honduras.
La empresa surge a raíz del apoyo del programa ACS- USAID que me invitó a cultivar este chile y me apoyó en el proceso de desarrollo de este cultivo no tradicional. El habanero ocupa el tercer lugar en el ranking de los chiles más picantes que hay en el mundo.
No teníamos ni idea de qué era el chile habanero [nos cuenta entre risas], pero empezamos a aprender, a cultivarlo, a cosecharlo y tratarlo. Pero luego nos encontramos con otro problema: el mercado. No teníamos mercado para este producto, porque la gente no lo conocía.
Entonces empezamos a elaborar nosotros mismos una salsa picante con el habanero y puré de zanahoria y la regalábamos en los restaurantes para que la probaran a ver si les gustaba.
P: Y la respuesta fue positiva, si ya tienen siete años y siguen creciendo…
R: Así es, empezamos a embotellar y etiquetar la salsa picante y a venderla en lugares de comida y ahí nos dimos cuenta de que el producto tenía buena aceptación y entonces empezamos a producirlo. Primero 100 unidades, luego 200 unidades, y así fuimos creciendo.
En el 2012 vendimos aproximadamente 100 unidades y nosotros estábamos bien alegres. Yo empecé a distribuir el producto en una motocicleta, cargaba una mochila y me iba a los restaurantes.
Un día una señora me dijo: “Rodolfo, no es lo mismo que se baje de una moto a que se baje de un carro para vender chile”. Entonces yo adquirí un préstamo para comprar un carro. Las ventas incrementaron de inmediato porque podía llevar más productos. Así, poco a poco fuimos lográndolo.
Hoy por hoy tenemos una pequeña planta de procesamiento, tenemos un camión que distribuye las salsas en ciertas zonas del país y ya contamos con tres distribuidores a nivel nacional en Honduras.
Además del chile clásico, tenemos el Chile Habanero El Coyol a base de piña, la ultra mega pasta habanera que es extremadamente picante y la salsa negra con habanero. Y estamos por sacar, ahorita este próximo año, la salsa kétchup; salsa de tomate pero con habanero, siempre con nuestro toque picante.
P: ¡Qué gran crecimiento, Rodolfo! Y ¿cuántos son los integrantes de Agroindustrias El Coyol? ¿Cuál es el enfoque de la empresa?
R: Tenemos siete años y medio de haber empezado el emprendimiento y somos tres socios: mi esposa, mi hermana y yo. Además, tenemos aproximadamente 12 empleados.
Nuestro enfoque está en generar empleo a las mujeres que son madres solteras y a los jóvenes que están desempleados. Yo empecé como emprendedor para generarme una fuente de empleo y hoy por hoy tengo la oportunidad de tener un negocio propio, generar empleo para doce personas y tener una red de distribución. Estamos ya en los 18 departamentos de Honduras.
Nosotros empezamos en la casa de mis padres que se llama Finca El Coyol, por eso le pusimos este nombre al negocio. La finca, a su vez, se llama El Coyol porque de niños, nosotros vendíamos coyoles. Un coyol es un árbol que es como el coco, pero pequeño.
En la casa de mis padres había aproximadamente 25 árboles y por tradición, desde niños hemos vendido coyol. Para cubrir nuestros costos de escuela a veces vendíamos la fruta como tal [recuerda sonriente con algo de nostalgia]. Cuando decidí poner el nombre del producto, yo quería algo que fuese único, entonces le pusimos Chile Habanero El Coyol, que hace referencia a la finca de mis padres.
La estrategia de crecimiento ha sido más que todo perseverancia y saber aprovechar cada cliente.
P: Y en este camino de desarrollo desde esos sueños de niños que vendían coyoles a hoy día, ¿Cómo ha sido el proceso de capacitación y formación para hacer crecer la empresa?
R: Al inicio me involucré en procesos de formación que impartía USAID y ahí me di cuenta de que tenía un producto de alta calidad. Los procesos de capacitación me permitieron conocer más y me interesé en investigar lo que era el habanero, las propiedades del producto como tal y toda esa información me permitió poner a funcionar el negocio.
La estrategia de crecimiento ha sido más que todo perseverancia y saber aprovechar cada cliente. Cada cliente que trabaja conmigo me asesora y me apoya ¿En qué aspecto? En serme fiel en la compra de mi producto y generar demanda.
La misma demanda me ha permitido ser más exigente en la empresa. Hemos podido mejorar las condiciones sanitarias, las buenas prácticas agrícolas, y hasta la estética del producto. El marketing también ha sido un proceso de formación que yo antes desconocía y que ahora aprovecho.
Por ejemplo, en Facebook usamos una fan page que se llama Chile Habanero El Coyol, y de hecho yo mismo creé mi propia página con Kolau. Ahí inserté información e imágenes, todo el contenido.
P: Rodolfo, y ¿Cómo les ha funcionado esta estrategia de uso de redes sociales y página web? ¿Por qué crees que es importante estar en Internet?
R: Creo que es fundamental, porque hoy en día todo el mundo tiene un teléfono a mano y de repente al apagar la televisión todo el mundo usa Facebook, usa Instagram y está pendiente de eso.
Entonces decidí enfocarme en estas opciones. Yo creo que ha sido un plus importante para nosotros porque desde que formé la empresa hemos usado las redes sociales. Esto me ha permitido que todo el mundo nos conozca.
Todos los días comparto informaciones en mi perfil y en el de la empresa, la comparto a mis amigos y seguidores, y eso me ayuda mucho. De hecho, hice un canal en YouTube como Agroindustrias El Coyol y ya tengo más de 700 suscriptores.
En YouTube no solo meto un anuncio del producto, sino que también enseño cómo cultivamos el habanero,
el tomate, y otros vegetales.
P: ¿Y cómo apuntalas este canal de YouTube? ¿Qué tipo de información muestra la empresa en las redes sociales?
R: Bueno ahí también manejo mucha información de actividades culturales que se hacen en mi pueblo, cosas atractivas, cosas que a la gente le pueden interesar y ahí aprovecho para incluir anuncios de mi chile.
No solo meto un anuncio del producto, sino también enseño cómo cultivamos el habanero, el tomate, y otros vegetales. Mi chile tiene algo bien especial, y es que el producto es hecho a base de puré de zanahorias, entonces todo ese tipo de cosas las comentamos ahí en YouTube.
Usamos ingredientes 100% naturales, primordialmente zanahorias y aceite de oliva porque realza el color y consistencia de la salsa de habanero.
P: Qué interesante ese uso de las redes, porque no sólo te enfocas en contenidos meramente comerciales sino también intentas entretener e informar. Pero cuéntanos, ¿cuáles son esos retos en el marketing digital que sientes que aún te hace falta superar?
R: Siento que aún me hace falta mucho en el tema de videos. Quiero mejorar esos pequeños videos y hacer muchos más de cómo se mezcla el producto con la comida. Me hace falta documentar la parte del proceso ejecutivo y como está estructurada la empresa, para que la gente sepa y vea que somos transparentes.
Me interesa también rescatar el trabajo de los productores; de cómo cultivan y producen el habanero tierra adentro. Sería interesante mostrar en redes sociales cómo los productores hacen todo un ciclo de producción para poderlo llevar a un producto terminado a la mesa. Todo ese tipo de cosas me hace falta llevarlas a las redes, porque eso le da un valor agregado al producto.
Muchas empresas de alimentos hacen productos, pero no sabemos realmente qué estamos consumiendo.
A mí me interesa que la gente sepa que está consumiendo un producto que le ha costado mucho trabajo al agricultor y que hemos hecho un proceso bastante higiénico para llevarlo a su mesa. Eso le da valor a nuestro producto porque lleva un ciclo y un proceso bastante sofisticado y con altos estándares de calidad.
Sería interesante mostrar en redes sociales cómo los productores hacen todo un ciclo de producción.
P: Rodolfo y cuéntanos, ¿Cómo es la fidelización de los clientes de Chile Habanero El Coyol? Una vez que prueban el picante, ¿los clientes vuelven a comprarlo?
R: Sí claro, siempre. Lo vuelven a comprar por una simple y sencilla razón: mi producto es hecho con pura zanahoria, hierbas aromáticas y con materia prima muy fresca lo que le garantiza al cliente una altísima calidad y entera satisfacción en el consumo del producto.
Una vez que usted prueba ese producto lo adopta su familia. Primero porque es saludable y segundo porque nuestro proceso es 99% orgánico, solo uso un 0.2% de sodio como preservante y lo demás es una receta casera. Eso nos ha permitido posicionarnos en el mercado. La gente sabe que consume un producto de alta calidad.
Recientemente Zamorano [Laboratorio de Análisis de Alimentos] me hizo un estudio del valor nutricional de nuestro chile y salió rico en vitamina C, vitamina D, en potasio y en hierro, cosa que no es muy común en los chiles en Centroamérica, entonces confirmamos que vendemos un producto de alta calidad.
P: Enhorabuena Rodolfo, ¡chile con vitaminas! [risas] Definitivamente eso es un valor diferencial ¿Qué otra cosa crees que los distingue de su competencia?
R: Creo que nos diferencia de la competencia que vendemos un producto natural, casi orgánico, de alto valor nutritivo y además cuyo color no es muy común.
Todos los chiles son rojos, rojo fuerte puro. En cambio, el mío es color amarillo y la gente piensa que no pica mucho. Así que se llevan la sorpresa, ¡porque eso pica exageradamente! [risas pícaras de quien ha visto a unos cuantos comensales enchilados] Como pica demasiado entonces eso también marca la diferencia.
P: Luego de este interesante proceso de crecimiento con Agroindustrias El Coyol, ¿Cuáles crees que han sido los grandes desafíos que has superado? Y ¿Qué aconsejarías a emprendedores que apenas comienzan?
R: Uno de los grandes desafíos es la parte económica, porque muchos empiezan una empresa con millones de pesos y yo empecé con un tremendo relajo de problemas [risas]. Entonces, yo sobrevivo de las ventas que hago.
Superar la necesidad y las presiones económicas ha sido uno de los grandes obstáculos que poco a poco voy venciendo. Especialmente porque encuentro distribuidores, encuentro clientes que tienen la capacidad económica y que me financien cierta cantidad, y así nos van apoyando.
Lo importante en este proceso es perseverar y creer en sus propios sueños. Yo lo hice. Vengo de una familia de escasos recursos y un día tomé la decisión de cambiar mi vida y desde que me lo agarré en serio he seguido perseverando. He logrado cosas que nunca habría imaginado, como esta entrevista [reímos juntos a modo de modesta celebración].
Mi emprendimiento ha servido para conocer distintos tipos de gente, para poder ayudar a otra gente y sobre todo para apoyar a mi familia. Entonces, les diría a otros emprendedores que, si tienen un proyecto, sigan adelante trabajando en ello y que con el tiempo verán los resultados.
P: Y para cerrar Rodolfo, como la guinda del pastel o más bien como el toque final de tu chile en las comidas [risas], ¿cómo ves a Agroindustrias El Coyol en cinco años?
R: La veo como una empresa creciendo a nivel nacional y exportando a toda Centroamérica y a otros países.
Yo sueño con llegar a comer a un lugar lejano, donde nadie me conoce y que me pongan mi chile en la mesa para acompañar la comida. Esa es la meta.
La historia del chile habanero de Agroindustrias El Coyol es, sin duda, otra muestra de superación de un emprendedor que supo innovar, perseverar y aprovechar los mínimos recursos disponibles para servir a su familia y a su comunidad.
Rodolfo no sólo compartió su amor por la tierra y por un producto tan único y sorprendente como es la salsa hondureña de uno de los picantes más potentes del mundo, sino que aprovechó de darnos algunas ideas de cómo las redes sociales pueden humanizar la labor de nuestras MIPYMES.
Cada semana, destacamos una empresa de Honduras, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.