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Existe una ley de vida que todos conocemos y que seguimos casi por instinto. Se trata del valor que le damos a nuestra madre por darnos la vida y cuyo agradecimiento se convierte en una retribución. De este modo, a medida que vamos creciendo, los papeles se invierten y somos nosotros quienes terminamos cuidando de ella.
Pero esta ley de vida también debería aplicarse para aquella madre que nos hace hermanos a todos: la Madre Naturaleza. Con este principio Irene Escalante Valencia fundó Eme Verde, un emprendimiento que elabora productos ecoamigables para resarcir el daño que ha sufrido el medio ambiente.
Desde platos, vasos, tenedores, cucharas y recipientes, Eme Verde brinda una opción para que tanto las personas como las empresas se unan a una misma causa: cuidar a nuestra madre Tierra.
Así damos a conocer nuestra empresa destacada de la semana, dentro del marco del Plan de Digitalización MIPYME en Colombia. Sin más preámbulos, dejamos que sea Irene quien nos cuente la historia de este maravilloso emprendimiento.
PREGUNTA: Hola, Irene, es un gusto para nosotros tener esta entrevista contigo. Para iniciar, ¿nos podrías contar a qué se dedica tu empresa?
RESPUESTA: Nosotros comercializamos productos elaborados con bagazo de caña de azúcar y polyboard, un cartón resistente a la humedad y temperaturas.
P: Nos ha llamado mucho la atención el nombre Eme Verde. ¿Hay alguna razón o historia por la cual hayas elegido este nombre?
R: Sí, mi hija se llama Emanuela y sus amigos en el colegio le decían “Eme”. Así que como tributo a ella le coloqué ese nombre. Además, la eme es en agradecimiento a la madre naturaleza.
P: Es interesante tu enfoque. A raíz de ello nos preguntamos: ¿qué te motivó a iniciar un emprendimiento de este tipo?
R: Siempre hemos estado motivados por el cuidado de la naturaleza. Vivimos en una zona que está lejos de la ciudad y por eso tenemos contacto con el campo. Además, yo tengo una comercializadora de frutas.
Cuando llevo las frutas al supermercado, las llevo empacadas en bandejas de poliestireno expandido (aquí en Colombia les decimos Icopor). Y me parecía doloroso llevar alimento a la mesa, pero al mismo tiempo estar contaminando de una forma tan grave el planeta. Porque esas bandejitas en las que llevo mi fruta se demoran más o menos 500 años en descomponerse.
La fruta dura uno o dos días en el supermercado, pero el problema queda ahí para las futuras generaciones. Así que empecé a buscar una solución que se viera reflejada en mi estilo de vida y en lo que quiero transmitir a través de mi otra empresa, la comercializadora de fruta.
P: Es interesante que hayas mencionado la caña como uno de los materiales a utilizar. ¿Cómo te enteraste de que podrías utilizarla para tus productos?
R: La zona en la que estamos se encuentra al sur occidente del país y tenemos muchos ingenios azucareros que nos rodean. La zona es dedicada a la agricultura en un 80% o 90%. Entonces, cuando se produce el azúcar y estos cultivos de caña cumplen sus ciclos, se queman.
Esto genera que estemos en un ambiente bastante contaminado, por lo que me puse a investigar qué se podía hacer con eso. Las empresas que queman ese bagazo, lo hacen en esos cultivos y el gobierno les empezó a pedir soluciones para estas quemas.
Así que ellos empezaron a quemarlo para alimentar los hornos que a su vez producen la panela y el azúcar. Pero en 2015 ya el estado les ofreció descuentos en impuestos para que ellos hagan un aporte social a la región. Por esta razón nos han estado dando herramientas para trabajar con ese bagazo, el cual es un desecho orgánico.
No estamos talando árboles, ni siquiera necesitamos sembrarlos para talarlos. Estamos utilizando el desecho de la pulpa del bagazo de caña.
P: Entrando un poco más en el tema empresarial, nos gustaría saber qué es lo que hace única a Eme Verde. ¿Cuál es ese factor que los diferencia de la competencia?
R: Estamos cerca del cliente. Yo me acerco de una forma muy personal, de tú a tú, buscando la necesidad de cada quien, con el empaque a su medida y a su necesidad. No estamos produciendo por un estándar del empaque, sino que a medida que el cliente va mostrándonos su necesidad, estamos desarrollando los productos.
En este momento estamos dedicados a las bandejas de material earth pack, que son las bandejas en las que vamos a presentar la fruta en las grandes superficies.
P: Ya sea que hayas tomado cursos o hayas aprendido en el camino, ¿cuáles son esas enseñanzas que te ha dejado Eme Verde?
R: Cuando empezamos, pasamos el proyecto a la alcaldía. Se nos pidió una capacitación con el Departamento de Planeación Nacional y el Ministerio del Medio Ambiente, porque ellos nos certifican a los emprendedores verdes. Así nos llaman, pues somos los que tenemos que ver con el medioambiente.
Debemos certificarnos más por voluntad que por seguir un requisito para algún tipo de préstamo o de crédito. Me llamó mucho la atención la capacitación por los materiales que utilizábamos, porque aprendí a utilizar el grosor de los papeles y eso no lo sabía. Además, aprendí a manejar el polyboard, que tampoco lo conocía.
Entonces, a parte de la certificación que obtuvimos con el Ministerio del Medio Ambiente Colombiano, fuimos aprendiendo en el camino, de manera autodidacta.
P: Ahora nos gustaría hablar un poco sobre marketing. ¿Cuáles son esos canales que utilizas para promocionar la empresa o para atraer clientes?
R: Utilizo redes sociales. Tengo Instagram, Facebook y Pinterest, aunque este último no lo utilizo tanto. Tengo la página de Kolau y también utilizo la publicidad de boca en boca.
P: Enfocándonos en tus redes sociales, ¿qué tipo de contenido sueles publicar allí?
R: Es relacionado con animales, árboles y las características de los árboles que estamos dejando de talar por utilizar estos productos ecoamigables. También hablamos de las consecuencias que genera el plástico en los mares o las consecuencias que genera para la salud utilizar el microondas y calentar la comida dentro de un icopor. Ese tipo de cosas.
P: ¿En estas mismas redes sociales haces el manejo de tus pedidos?
R: Hasta ahora no. Sí he dado información y capacitación por las redes sociales, pero no he tenido pedidos por este medio. En la actualidad estoy supliendo el mercado local. Como somos muchos los que trabajamos con fruta en este sector, entonces entre ellos se hacen preguntas como “¿dónde conseguiste las bandejas?” o “¿dónde conseguiste el empaque?” y me van refiriendo con sus contactos.
P: Ahora que ya sabemos todo lo que has logrado con tu empresa, nos gustaría saber qué quieres lograr en un futuro. ¿Cuáles son tus planes para Eme Verde en un corto, mediano o largo plazo?
R: A parte del aspecto económico, lo que más me importa es concientizar a las nuevas generaciones sobre la utilización de este tipo de productos. Es cierto que fuimos nosotros, la generación de los 70 y 80, quienes se inventaron el plástico. Este fue el furor y es muy práctico en muchos sentidos, pero estamos llamados a solucionar el problema tan grande que causamos a las generaciones del 2000 hasta la actualidad.
Quiero llegar a mercados y ampliar nuestra clientela. En estos momentos estoy enfocada en las comercializadoras de frutas y los restaurantes de comida rápida o los delivery. Pero qué bueno poder llegar a los cárnicos, a los lácteos, a esa cantidad de productos que se ofrecen en el supermercado utilizando el icopor.
P: Tienes un emprendimiento muy útil, pues realmente ayuda al medio ambiente. Por esta razón nos gustaría saber: ¿cómo te hace sentir manejar una empresa con tantos valores y responsabilidades?
R: Mi hija fue vegetariana desde que tuvo dos años, desde que empezó a hablar. En este momento está estudiando bioingeniería en la universidad y a veces me avergüenza pensar que ella tuvo conciencia de las consecuencias de nuestros actos mucho antes que yo. Así que a través de ella aprendí.
Ahora ella me dice “mami, me siento orgullosa de ti”. Eso me llena muchísimo. Y así como ella hay muchos jóvenes que tienen más conciencia que la que nosotros mismos tenemos a nuestra edad.
Soy consumidora de productos que hacen daño al medio ambiente, entonces quiero resarcir un poco esos errores que he tenido. Me llena mucho saber que encontré la forma de aportar y de manifestar mi inconformidad con ciertas actitudes humanas.
P: Para finalizar con nuestra entrevista, nos gustaría que les brindaras un consejo a los nuevos emprendedores. ¿Qué les dirías para motivarlos a seguir adelante?
R: Empezar no es fácil y mantenerse es aún más complicado. Pero a pesar de que has tenido inconvenientes, tropiezos, caídas y pérdidas, también hay satisfacciones. Una de ellas es lograr lo que alguien en algún momento te dijo que era una locura, que no era viable y que no era rentable.
Es una gran satisfacción poder demostrarte a ti mismo que sí es factible. Que aunque parezca loca, hay gente que tiene la misma locura, los mismos principios y las mismas expectativas.
Podemos intentarlo una, dos o tres veces, pero no son derrotas, son momentos de aprendizaje. Son experiencias que nos van a ayudar un día a perfeccionar esa idea “loca” que nos ronda la cabeza.
Irene ha recorrido un camino lleno de aprendizajes. Gracias a su experiencia como emprendedora, ella ha logrado escalar y crear un segundo emprendimiento que ayuda y complementa al primero. Pero fue su experiencia como madre la que llevó a Irene a tomar conciencia sobre el daño que hemos causado al medioambiente.
Tal vez es ese instinto de protección que la llevó a crear un emprendimiento ecoamigable, pero lo que sí es seguro es que su conciencia ambiental dejará huella en sus seres queridos, las personas que la rodean y por supuesto, el medio ambiente.
Cada semana, destacamos una empresa de Colombia, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.