Seguramente consumes café o té con bastante regularidad. No es ningún secreto que se trata de bebidas cotidianas. Alguien podría decir que hasta son necesarias en ocasiones. Pero, ¿alguna vez te has preguntado de dónde provienen esos granos o esa infusión que tienes en tu taza de la oficina? ¿Será que lo que estás ingiriendo es cien por ciento natural?
Bueno, nosotros conocemos un sitio en el que elaboran estos productos de la manera más saludable posible. Se trata de Finca entre Caminos, nuestra empresa destacada de la semana del Plan de Digitalización MIPYME en Honduras.
Fernando Contreras, fundador de este negocio, sabe muy bien que las personas buscan la mejor calidad en el mercado. Eso incluye productos que tengan un gran sabor y no representen un riesgo para la salud. Por ello, desde que empezó a sembrar hortalizas hace más de una década, ha sido cuidadoso en su trabajo.
Tanta dedicación le ha dado muchos frutos a Fernando, a tal punto que, mientras lees este artículo, alguien en Asia está probando una taza de café cultivado en La Paz, Honduras. Pese a ello, este emprendedor aspira a mucho más. Te compartimos sus palabras.
PREGUNTA: Hola, Fernando, muchas gracias por tu tiempo. ¿Podrías contarnos cómo empezó tu empresa? ¿Qué te motivó a dedicarte a este campo?
RESPUESTA: Creo que tendría que remontar mi empresa a 2006, cuando empecé un proyecto de la universidad que era como mi tesis de graduación. En ese momento, alguien me preguntó: “Fernando, ¿a qué te vas a dedicar?”. “Yo creo que a sembrar hortalizas. Me gustaría en este campo”, le contesté. “Entonces, ¿por qué no mejor dedicas un proyecto a eso?”. Así que empecé a trabajar.
Al principio teníamos hortalizas y nos iba muy bien, pero no teníamos un enlace entre el mercado y el productor. Eso fue disminuyendo mi cantidad de producción de parcela. Llegó un momento en el que comenzamos a producir café, en el 2012. Ya entre 2016 y 2018 nos pasamos a los mercados internacionales.
No nos quedamos ahí. Cuando producíamos hortalizas, había tiempos malos en nuestras fincas. Por ejemplo, desde febrero a noviembre no se producía nada. Por ello, desarrollamos nuevas estrategias de mercado y de producción. Empezamos a trabajar con plantas aromáticas. Luego, nos pasamos a las mezclas. Fue tan bueno que nuestro mercado se ha mantenido hasta este día.
Lo importante de todo esto es que nuestros clientes han quedado satisfechos y les gusta.
Algo interesante es que cuando yo llevo café a una feria, llevo tisanas. La gente me compra más tisanas que café. Ese es el otro cambio que tenemos en nuestra finca. Esto también ha servido para generar más ingresos familiares.
P: ¿Quieres decir que la empresa es de tu familia? ¿O acaso tienes algún tipo de socio?
R: No, realmente nuestra empresa es familiar. En ella trabajan mi esposa y nuestros hijos. Ellos están viendo qué hacemos nosotros. Algo que me gusta de esto es que mi hijo más pequeño, que tiene como tres años, está ahí conmigo cuando trabajo con fórmulas y preparo nuevas mezclas. Me dice: “Huele, papá, huele”. Él quiere oler, está a la expectativa.
Pienso que esto es importante porque, debido al reloj generacional, ellos deben estar involucrados en este proyecto. De esta forma estoy apoyando a mi familia.
P: ¿Cuál crees que es el secreto de tu empresa?
R: Creo que lo primero es la armonía con nuestra finca, cómo nuestro entorno se ha ido dando a conocer. Cuando nosotros vamos a vender los fines de semana a la fiera, muchas personas están interesadas. Entonces, se trata de ese compromiso con la gente.
Si alguien viene a mi finca y consume mi producto, lo está haciendo con un compromiso. Si me preguntan si es un producto orgánico. Yo digo: “sí, lo es”. Ha habido una confiabilidad y disciplina.
La otra razón ha sido cómo Dios ha estado en nuestro proyecto. Considero que él nos ha apoyado.
P: Según tú, ¿qué hace especial el producto que ofreces?
R: ¿Qué nos hace diferentes a las demás fincas? Creo que deben venir a visitarla. Primero, estamos produciendo cosas totalmente diferenciadas. Nuestros cultivos se están manejando de forma inocua.
Segundo, cómo es la armonía que hay en el campo; es decir, la vinculación que hay entre la naturaleza y la parte de producción. Eso ha llegado hasta la gente. Si viene un extranjero, puede ver la diferencia que existe.
Yo les digo a las personas: “Cuando pruebas nuestro producto, estás conectado con nuestra finca”. Es como tomar una fotografía del lugar y trasladarla a lo que ofrecemos. Por ejemplo, una tisana de menta muy fresca. Esa misma frescura y el sabor intenso se siente aquí. Eso es maravilloso y mágico.
P: ¿Ustedes cuentan con redes sociales o páginas web?
R: Sí, por supuesto. Tenemos la página web con Kolau y una página en Facebook, llamada Finca entre Caminos. También tengo otra fanpage llamada Hortalizas del Campo a la Mesa.
P: ¿Y cómo utilizas Facebook para promocionar tu empresa? ¿Tienes alguna estrategia?
R: Sí, claro. Yo digo: “Si Facebook es gratis -bueno, solo pago la cuenta de internet-, hay que aprovechar ese medio”. Por ejemplo, el otro día hice un video, en el que invitamos a la gente a venir a Marcala, a nuestra feria del café.
A veces hago publicaciones y digo: “Vendemos tisanas, se las enviamos a su casa”. Entonces, comienzan a encargar. Cuando la gente mira que algo está en esa red social, le da más likes. A parte de eso, dice: “Sí me gusta, yo quiero ir a su finca”. La verdad, cómo me ha servido el Facebook.
Además, los sistemas de ahora, como Instagram, que también tenemos, me gustan. Más personas están viendo lo que uno está haciendo y les llama la atención. De esa forma, pueden hacerse una idea de cómo es nuestro proyecto.
P: Antes de que las redes estuvieran en auge, ¿cómo lo hacías para atraer y retener clientes?
R: Bueno, podría decir que mi historia con Facebook es relativamente corta. Antes de eso, lo que nos sostenía era la calidad, la frescura y los precios. La gente se enamoraba del producto que ofrecíamos en nuestra finca.
De hecho, eso nos ha sucedido a lo largo de 13 años en un mercado que no ha sido fácil, pero tampoco difícil. Al menos no hasta el punto de decir: “Ah, qué difícil es vender”. No, doy gracias a Dios porque la respuesta de nuestro clientes ha estado cada semana.
Eso solo en hortalizas y nuestros tés. No digamos en el café. Este se vende en Japón, Corea y Australia. Gracias a personas que nos han apoyado aquí en Honduras, hemos salido del anonimato y de nuestro país.
Algo que me gusta es que nuestro café, por ejemplo, en Australia, se vende como “Finca entre Caminos” y está nuestra historia. Creo que eso llama la atención y vale la pena recalcarlo.
P: Ya que comentas que has llegado a otros países, ¿viste tanto potencial en tu empresa desde el principio? ¿Realmente soñaste llegar tan lejos?
Cuando yo empecé a trabajar en mi proyecto, allá por finales de 2005, no tenía carro. Yo caminaba casi dos horas para llegar a mi finca. Llegó un momento en el que yo sentía unas palabras: “Para atrás, ni para tomar impulso, así que para adelante”. “Entonces, yo no debo ver para atrás”, pensaba. Y ahora digo: “Gracias, Señor, porque yo no imaginaba llegar hasta donde estamos”.
El otro día, una persona que trabaja en la embajada americana me dijo: “Fernando, yo quiero comprarte tés porque quiero enviarle a una amiga que vive en Francia”. Otra persona me mencionó: “Yo quiero comprarte tés porque quiero venderlos en Chile. Tengo un pariente que tiene una cafetería”. Me alegra muchísimo ver, por ejemplo, que mi café en Australia está vendiéndose con una etiqueta que dice “Café de Honduras” o “Finca entre Caminos, Honduras”.
He hecho muchas cosas, pero gracias a Dios que las buenas prácticas que hemos hecho en nuestras fincas ahora están dando un gran resultado. Hemos crecido muy bien.
Gracias a los clientes, a quienes ofrecemos un buen producto, también podemos crecer.
P: ¿Tienes contemplado implementar alguna otra estrategia de marketing? ¿O piensas mantenerte con el plan que has seguido últimamente?
R: Primero hay que estabilizarnos, agarrar aire. A veces los costos de producción o embalaje se pueden elevar. Habría que ver cuál sería el impacto que el cliente tendría con nuestro producto.
Pero sí, sí quiero cambiar. Y gracias a Kolau considero que sí lo vamos a hacer. Estamos para crecer. En café, estamos bien, a la par de las hortalizas y en el procesamiento de plantas aromáticas. Eso sí, creo que hay algunos detalles que debemos mejorar. Por ejemplo, la imagen de nuestro proyecto.
Hay que hacer cambios. No podemos quedarnos como “sí, estoy bien, no necesito cambiar”. Necesitamos modificar poco a poco, ir seguros.
P: ¿Podrías darnos alguna predicción de cómo evolucionará tu finca dentro de unos años? ¿Cómo ves tu empresa a futuro?
R: Número uno: ya estamos en tres países, me gustaría estar quizá en dos más. No quiero ir a donde está todo el mundo, sino ser muy selectivo con esos países. Además, nos visualizo de una forma diferente, con mejores presentaciones de producto, pero con la misma calidad. Por ejemplo, si fueran las tisanas, tenerlas en bolsas más pequeñas.
Quiero tener mayor cantidad de mercado, pues este se encuentra evolucionando. La gente quiere comprar algo diferente, más sano; no quiere productos con muchos químicos. El tema de hoy es cómo los productos están afectando nuestra salud. Si yo le digo a alguien “este producto es libre de pesticidas o fungicidas”, quiero que así sea.
P: Si pudieras aconsejar a algún empresario o emprendedor que está iniciando en el mercado, ¿qué le dirías?
R: Mi consejo número uno sería no mirar atrás, ir para adelante sobre todo. Después, ser consistente en el mercado. «¿Hoy no vendiste? ¡No importa! Mañana puedes hacerlo». Cuando dejas de producir, las personas buscan otro sitio porque las dejas solas. Entonces, no puedes decir: “Ah, estos clientes no son confiables”. El problema es que, como emprendedor, hoy estás produciendo y mañana ya no. Vivimos en un mundo globalizado en el cual las oportunidades están, pero debes ser consistente.
Si eres un emprendedor que está empezando, sé puntual, fiel con el cliente. Cuídalo, estímalo, trátalo bien. No lo veas solo como dinero, sino como un ser humano. Cada cosa que estés produciendo debes hacerla con amor. Lo que hoy estés haciendo, mañana lo vas a hacer igual, pasado igual. Y llegado un momento habrá que hacer cambios, pero que sean para bien.
Innovar e innovar, eso es importante.
Ahora, si eres un emprendedor que ya está en el mercado, pero ves que tus productos no se están vendiendo, pregúntate cómo evolucionar. Mira cómo mejorar la imagen del producto, el sabor, el precio, la demanda, la oferta. Averigua dónde está la competencia y qué está haciendo.
Es importante investigar el mercado. Si produces pan, debes ver cómo es el pan que vende tu vecino, probarlo, podría ser mejor. Quizá alguien te esté ganando. ¿Por qué? Porque esa persona posiblemente probó tu pan y dijo “necesito cambiar el mío”. Ahí te comió el mandado. No puedes creer que lo tienes todo, si no, hasta aquí llegó tu historia y tu empresa.
Hablar con Fernando es hablar con alguien comprometido. Él sabe que tiene una responsabilidad consigo mismo, con su familia y, por supuesto, con sus clientes. Por ende, ha ido evolucionando con el mercado y ha traspasado las fronteras. También es consciente de que puede seguir avanzando y que no será fácil, pero tiene claro que siempre debe ir hacia adelante.
Sin duda, su historia inspira. Aquel proyecto de la universidad hoy es un negocio que sigue creciendo a diario. ¿Quién dice que una tarea o un trabajo de clase no puede ser una semilla que, en unos años, se convierta en un fuerte roble? Fernando nos demuestra que todo es posible con dedicación.
Ah, y si en algún momento bebes una taza de café en Japón, Australia o Corea, cierra los ojos y siente su sabor con el alma. Podrías, en cuestión de segundos, estar en Mercala, Honduras, recorriendo las parcelas de Finca entre Caminos.
Cada semana, destacamos una empresa de Honduras, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.