A lo largo de nuestra vida experimentamos momentos felices y momentos difíciles. En ocasiones, estos últimos llegan a ser tan duros que pueden afectar de diferentes formas nuestra salud física y mental. Es probable que más de una vez te hayas sentido estresado en el trabajo, o quizá preocupado por problemas en casa o en la universidad. Esas situaciones nos pueden llegar a quitar el sueño y la paz interior.
Mariana Alemán conoce muy bien dichos momentos y ella misma se ha visto envuelta en situaciones que la han llevado a experimentar una gran ansiedad. Sin embargo, descubrió una alternativa para lidiar con esos problemas y recuperar su tranquilidad: la aromaterapia.
Con el tiempo, esta emprendedora quiso compartir su experiencia y ayudar a las personas a encontrar una luz entre tanta oscuridad. Por este motivo fundó Kin Aceites Esenciales, nuestra empresa destacada de la semana en el marco del Plan de Digitalización MIPYME en México.
Mariana ofrece diferentes productos y tratamientos a base de aromaterapia y aceites esenciales. Pero quién mejor que ella misma para contarnos más detalles al respecto.
PREGUNTA: Hola, Mariana, muchas gracias por concedernos esta entrevista. Para empezar, ¿les puedes contar a nuestros lectores en qué consiste tu empresa?
RESPUESTA: Kin Aceites Esenciales es una marca hecha a base de aromaterapia. La palabra “kin” significa “sol” en maya. Entonces el propósito de la empresa se basa en ese significado, ya que el sol es vida, guía, salud, nutrición, etc.
En términos generales, lo que hacemos es tratar de mejorar los síntomas de la ansiedad. En lo personal, soy alguien que ha sufrido mucho de ansiedad durante toda la vida. Fui a terapias con varios psicólogos, pero llegó un punto en el que me empezaron a dar diagnósticos un poco más fuertes. La solución era seguir yendo a terapia todo el tiempo, era un problema que siempre iba a tener.
Entonces, me dije: “No, debe haber una solución a todo esto”. Fue ahí cuando empecé a investigar y me topé con la aromaterapia y los aceites esenciales. Yo estudié Cosmetología hace varios años, entonces tenía un conocimiento básico sobre aromaterapia. Ahí me basé para comenzar con la marca.
Ahora, la mejora de los síntomas de la ansiedad sigue siendo el propósito principal de Kin, pero se han agregado otros, como la activación del sistema inmune, la relajación, la concentración, los energizantes, etc.
Empecé porque la aromaterapia me funcionó a mí y pensé que también le iba a funcionar a mujeres jóvenes.
P: Interesante el proyecto que empezaste, Mariana. ¿Tienes algún local donde atiendas a tus clientes?
R: Sí, lo tengo; pero por la contingencia lo dejé descansar hasta nuevo aviso. Ahí en el local tenemos las muestras de aceites y los difusores. También damos terapias de spa, como masajes y faciales con los aceites esenciales.
P: Además de los aceites y la aromaterapia, ¿nos podrías contar qué hace especial a Kin? ¿Por qué una persona debería buscarte a ti en lugar de ir a otro negocio?
R: Pienso que deben venir a Kin por la experiencia personal, por los beneficios y los resultados que yo misma he obtenido. Además, yo estoy adentrada en el tema de la aromaterapia, una rama más holística de la salud que mejora todos los síntomas del ser. También tengo el apoyo de una psicóloga que maneja el tema. Ella me da capacitación o pláticas de cómo funcionan los aceites en el área de la psicología.
Entonces, yo pienso que la gente debe venir con nosotros porque nuestros conocimientos son más integrales y naturales para combatir la ansiedad.
P: Para solicitar tus servicios, ¿es necesario hacer alguna reservación o las personas pueden ir en ese mismo momento a alguna terapia?
R: Puede ser de las dos formas, pero yo recomiendo una cita para apartar el espacio y poder darle una mejor atención a la gente. La idea es que el tratamiento no toque entre una y otra cita, sino que cada persona tenga su propio tiempo.
Damos asesorías a adultos, a niños recién nacidos
y a mamás.
P: ¿Las personas que adquieren tus servicios deben volver a tu local o basta con que te visiten una sola vez? Es decir, ¿les das seguimiento a sus casos para ver cómo mejoran?
R: Depende del tratamiento. Por ejemplo, en masajes relajantes tratamos con aceites las contracturas, la tensión o el dolor en el cuerpo. Entonces, en un tratamiento general de esos se va una vez a la semana. En cambio, hay tratamientos estéticos, como los reductores (siempre a base de aromaterapia), a los cuales se asiste de 2 a 3 veces por semana. Y con los faciales se va hasta una vez por mes. Es decir, sí se requiere de citas subsecuentes.
Además, cada tratamiento es personalizado y cada cita se va acoplando a las necesidades específicas que trae la persona ese día.
P: Además de la psicóloga que mencionaste hace un momento, ¿hay más personas que te apoyen en el negocio?
R: Sí, tenemos también una nutrióloga, quien es especialista en el área materno-infantil. Entonces, damos asesorías a adultos, a niños recién nacidos y a mamás. Básicamente ampliamos un poco las ramas de los servicios.
P: Interesante que también atiendan a bebés. En ese caso, ¿qué tipo de tratamiento les dan a los recién nacidos?
R: Hay un masaje hindú que se llama Shantala. Este ayuda al sistema digestivo del bebé, a relajarlo y a la motricidad del pequeño. Es un masaje muy noble que se puede aplicar en un recién nacido o hasta en un niño de 9 años. Para este masaje se usa un aceite especial, más noble y ligero, pues los niños son más susceptibles y sensibles a los aromas.
P: Qué increíble que puedan atender a personas de todas las edades, Mariana. Sin duda, eso es un éxito. En ese aspecto, ¿cómo has sentido el crecimiento de Kin desde que la fundaste?
R: Ha sido un crecimiento en cuestión de las experiencias, los contactos y las áreas de aplicación de la marca. Como dije, yo empecé porque la aromaterapia me funcionó a mí y pensé que también le iba a funcionar a mujeres jóvenes, estudiantes o emprendedoras en un mismo rango de edad al mío.
Sin embargo, conforme ha crecido la marca, se han ampliado los ámbitos a tal punto que ya los psicólogos la manejan. Hay personas que, como la nutrióloga, son de una rama diferente pero también pueden aplicar el tratamiento.
También algo que me ha gustado mucho respecto al tema de las conexiones con las personas, es que llegamos a platicar y a tener un entendimiento más cercano. Lo mejor es que las clientas son recurrente, así que se acaba uno y ya platicamos para ver qué otro tratamiento les puede servir. Eso genera una conexión muy cercana con el cliente.
P: Pasando al tema de la publicidad, ¿usas las redes sociales para promocionar a tu empresa? Si lo haces, ¿qué tipo de publicaciones o estrategias utilizas?
R: Sí, estamos en Facebook y en Instagram. En ambas plataformas damos a conocer nuestras promociones, imágenes, consejos y conocimientos. En cambio, por WhatsApp damos un servicio más personalizado y respondemos dudas más concretas.
P: De todas esas plataformas, ¿cuál sientes que ha sido más rentable para Kin?
R: Instagram, cien por ciento. Por medio de Instagram llegan más personas y hay más interacción con los clientes. Además, es más rentable en el tema de publicidad, ya que la inversión sí se puede transformar en ganancia a comparación de las otras redes.
P: Además de las redes sociales, ¿hay algún medio que utilices para hacer publicidad?
R: Sí, también tengo una alianza con una persona que da talleres de mindfulness (atención plena o conciencia plena). En esos talleres hablamos de cómo los aceites esenciales son facilitadores de la meditación y la concentración. Entonces, mediante estas actividades en diferentes lugares, estamos dando a conocer las ramas en las que se pueden utilizar los aceites esenciales. Antes los talleres eran presenciales, pero creo que ahora son en línea.
P: Esa es una forma innovadora de promocionar un negocio, Mariana. ¿Cómo se presentó la oportunidad de trabajar con esta persona y cuánto tiempo llevas con ella?
R: Tengo más o menos 4 meses con esta alianza. Yo estoy interesada en los temas de mindfulness y la persona que da los talleres está muy interesada en complementar su técnica y sus conocimientos. Por ello, decidimos dar los talleres de mindfulness de forma distinta. Al comenzar la actividad y durante la explicación, se humidifica una esencia. Para el momento de la meditación, se pone otra que va facilitando la concentración.
P: ¡Qué interesantes las estrategias de publicidad y trabajo que nos has compartido hasta ahora! ¿Tienes contemplado implementar algún cambio en tu empresa a corto o mediano plazo?
R: Sí, yo doy talleres del uso de aromaterapia, mezclas y preparación de productos cosméticos, entonces me gustaría mucho seguir dando esos talleres por mi cuenta. También me encantaría ampliar mis canales de comunicación, que la marca estuviera presente en cada estado y ciudad del país. Empezar a tener distribuidores, contactos y a gente que le interese la marca.
Imagino que estaré ayudando a muchas personas
en cada ciudad.
P: Imaginamos que antes de fundar Kin, tuviste algún empleo. De ser así, ¿nos puedes contar desde tu experiencia qué diferencias hay entre tener un trabajo y tener una empresa?
R: Desde mi experiencia, ser empleada es hasta cierto punto muy cómodo, pues tú tienes un sueldo mensual definido y no hay una razón para que no se cumpla. Tú ya sabes que puedes contar con ese dinero a fin de mes. Pero con esa ventaja, hay también desventajas.
Ahora, al ser mi propia jefa, yo tengo la libertad de ser tan creativa como yo lo requiera, puedo poner los horarios que se me acomoden mejor, puedo hacer los tratamientos y los protocolos de la forma en que siento que dan mejores resultados, etc.
Pero una contra que existe es que no tienes asegurado un sueldo mes con mes. Yo, por ejemplo, estoy muy apoyada por muchas personas, pero debo tener algún ahorro o reservas, ir contando en qué se invierte, en qué se gasta, en qué se gana, etc. Todo eso es la parte complicada de ser tu propia jefa. A pesar de ello, creo que hay muchos más pros que contras.
P: En el tiempo que llevas con Kin, ¿has vivido algún momento muy difícil en el que hayas dudado de si seguir con tu empresa o no? De ser así, ¿qué te motivó a seguir con la aromaterapia?
R: Sí, justamente me pasó hace dos semanas con la contingencia, cuando decidí dejar el local. No sé si hubiese sido lo más fácil, pero yo tenía pensado seguir pagando la renta, sin clientes, sin nada. Yo me iba a quedar en cero. Entonces pensé: “¿Dejo el local, me quedo sin dinero y consigo otro trabajo?”. Me sentí muy perdida y desenfocada.
Pero luego recordé por qué estoy haciendo esto y que el motivo de la marca y el mío es todo lo contrario: “Encontrar la luz en los momentos más oscuros”. Fue cuando empecé a sacar más promociones, buscar nuevas fuentes de ingresos y llevé más cursos online. Eso me ayudó a guiar otra vez lo que estaba haciendo.
P: Hagamos una especie de dinámica, Mariana. Cierra los ojos e imagina que viajamos 5 años hacia el futuro. ¿Cómo ves a Kin en ese punto? ¿Hasta dónde ves que ha llegado tu empresa?
R: Imagino que estaré con centros de distribución en todo el país. Imagino que estaré ayudando a muchas personas en cada ciudad mediante talleres y distribución de materias primas para que puedan generar sus propios productos y conocimientos. Por supuesto, ayudarlas a ser más sanas, más felices, tener más estabilidad emocional y quizá económica.
Asimismo, me imagino teniendo muchas conexiones con personas a las cuales yo les pueda aprender mucho y viceversa en todas las ciudades del país.
P: Para finalizar la entrevista, Mariana, te contamos que varios de nuestros lectores son empresarios o personas que quieren empezar un negocio. Ya que tú has logrado salir adelante con tu marca, ¿qué consejo les podrías dar a dichas personas para que sigan luchando por sus sueños?
R: Yo les diría que encuentren un propósito a lo que están emprendiendo, y no hablo solo de la cuestión económica. La idea es que, cuando vean todo oscuro, a tal punto que de verdad ya no quieran seguir y ya no sientan motivación, puedan recurrir a ese propósito que solo a ellos les suene bien, sin importar qué opina la demás gente.
Ya con base en ese propósito, pueden empezar a salir adelante en el tiempo que ellos crean conveniente; ni lento ni rápido, sino a su ritmo y a su manera, que se sientan felices y motivados.
Mariana ha experimentado la ansiedad en carne propia y sabe que no es buena para la salud física y mental. Sabe también que vivir en ese estado impide alcanzar una plenitud como persona. Sin embargo, ella no se dio por vencida, no dejó que esos problemas la superaran. Gracias a eso, hoy se encuentra brindando ayuda a la gente que lo necesita.
Sin duda, esta emprendedora es un ejemplo de que, por muy oscura que sea la noche, se puede ver un nuevo amanecer. Y no solo eso, sino volver a caminar durante el día y ayudar a otros a conseguirlo.
Si vives una situación complicada y sientes que ese túnel que atraviesas es interminable, puedes comunicarte con Kin Aceites Esenciales. Mariana y sus colaboradores te pueden ayudar a ver un rayo de luz y a recuperar la calma que, por una u otra razón, has perdido.
Cada semana, destacamos una empresa de México, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.