Qué gran placer para Kolau continuar con su recién inaugurada serie de entrevistas de empresas destacadas de la semana en el Plan de Digitalización MIPYME en Costa Rica, con la colorida y cautivante historia de un emprendimiento muy especial: Piñatica Show. El negocio de entretenimiento de la payasita Anita López en Buenos Aires (Puntarenas), Costa Rica.
La clave de la historia de Piñatica es que en paralelo con su alter ego, la emprendedora Anita ha ido creciendo, capacitándose, especializándose y expandiéndose en los últimos nueve años, siempre teniendo muy claro que el secreto está en no darse por vencida y en confiar en que algo mejor está por venir.
Como dice la propia Anita, ella es una payasa “diferente”, porque ama lo que hace, promueve valores como el reciclaje, la inclusión y la lucha contra el acoso, pero siempre guiada por sus sueños de superación. Dejemos que sea ella quien nos comparta su historia.
PREGUNTA. Hola Anita, bienvenida Piñatica Show a nuestra entrevista de empresa destacada. Es un gran placer poder adentrarnos en el mundo interior de Piñatica la payasita de Costa Rica y saber ¿cómo nació el personaje y como lo has llevado a un gran emprendimiento de entretenimiento infantil?
RESPUESTA. Todo inicia hace nueve años cuando empecé a trabajar con una persona que era payaso. Luego por motivos de salud (tuve un accidente, me tuvieron que operar) tuve que dejar de trabajar. Cuando salí de la recuperación, como no tenía trabajo, comenzaron a buscarme.
Me daba miedo, porque no sabía mucho cómo funcionaba el rubro de animación de fiestas infantiles. Recuerdo que para la primera fiesta que fui, la chica me pidió que pintara caritas y yo ni siquiera tenía material, entonces ella me dijo que tenía una librería y que me podía facilitar el material que vendían ahí.
No era muy profesional, pero así comencé. Entonces fue transcurriendo el tiempo y la gente comenzaba a buscarme. Yo iba a eventos y así con una fiesta cada mes, o una cada cuatro meses, ya la gente comenzó a conocerme. Fui llenando mi cajita de cosas para la animación y adquirí un maquillaje profesional para pintar caritas. Cuando me di cuenta ya tenía mi clientela y todo lo básico.
Recuerdo que mi primer equipo para pintar caritas era sólo una paleta [ríe con nostalgia]. Así fueron mis inicios y así seguí por algunos años.
P. ¿Cómo ha influido la formación continua en tu emprendimiento?
R. Hace como cuatro años ya comencé a tener una clientela más estable y un negocio más sólido. Entonces lo que hice fue comenzar a capacitarme y a tomar talleres.
Se me dio la oportunidad de ir al BOPCA, que es el congreso de Pinta Caritas y Body Paint en Costa Rica. Había muy buenos maestros y artistas nacionales e internacionales. Encontrarme con tanto talento de todas partes del mundo y aprender de ellos, me dio seguridad. De España, de Estados Unidos, México.
En México hay artistas increíbles de Body Painting. También tuvimos como maestro a uno de los maquilladores de la famosa serie de zombies, y fue maravilloso aprender tanto. Esa experiencia me dio cierta seguridad y ya comencé a pintar todo lo que era arte prenatal para embarazadas y empecé a verme más profesional en el rubro.
P. Y, ¿la Payasita Piñatica, cómo ha ido creciendo con todos esos avances?
R. Una vez que me sentía más segura de mí misma como profesional, empecé a trabajar más mi personaje que es la payasa “Piñatica”. Para esto me ha ayudado mucho haber tomado ciertos talleres como manejo del escenario o el arte de ser payaso.
Así, poco a poco fue disparándose mi negocio. La experiencia y la formación me ayudaron a quitarme el miedo. En ese momento yo solo contaba con lo que era animación y pinta caritas. Pero mi sueño siempre fue tener todo el equipo para las fiestas de los niños, como inflables, algodones, palomitas.
Acá en Costa Rica estos equipos tienen un valor muy elevado. Sin embargo, hace año y medio me invitaron a dar un taller a unos amigos ambientalistas en el Parque La Amistad, un área de conservación muy grande e importante en el país. Ahí conocí a una señora a la que le conté mi historia y cómo había iniciado de cero todo mi negocio. Y ella me introdujo al INAMU, el Instituto Nacional de la Mujer de Costa Rica.
El INAMU vela por los derechos de las mujeres, las ayuda y las capacita, promueve que las mujeres descubran su verdadera esencia y puedan salir adelante.
P. ¿Y por qué el INAMU marca un antes y un después en tu emprendimiento?
R. Es parte fundamental de mi historia. En el Instituto abrieron un concurso para apoyar a emprendedoras establecidas por más de cinco años y yo decidí entrar. A nivel país participaron muchas mujeres, éramos casi 900.
De la Región Brunca, resultamos 16 ganadoras y el 4 de agosto de este año, me otorgaron el premio. Fue una grata sorpresa. Este dato es muy importante porque era la oportunidad que Anita siempre había soñado. Ahora ellos estaban ofreciéndose a empujar mi emprendimiento. Y así fue como nació mi empresa.
Sin el apoyo del INAMU no podría tener el negocio que tengo hoy en día. Las ganadoras recibimos un recurso no reembolsable, pero hay muchas cosas que tenemos que cumplir para garantizar la transparencia y eficiencia en el uso de los recursos.
Es gracias a lo que gané que yo he podido adquirir todos los equipos que tengo hoy para los eventos infantiles: inflables, mesas y sillas para alquilar, máquinas de palomitas y algodones, burbujas, fuentes de chocolate. ¡Pude equiparme totalmente! [comparte sonriente como quien sabe que la vida la ha premiado]
P. Anita y cuéntanos, ¿cómo ha impactado esta inversión en tu negocio? ¿Por qué es importante que los emprendedores tengan presentes esas metas a futuro?
R. Bueno, yo solía tener un 50% de los clientes que tengo ahora, y con esta inversión he doblado o triplicado mis clientes. ¡Ha sido un éxito total!
Nosotros aparte de lo que ofrecemos como empresa que es la animación de Piñatica Show, ahora podemos ofrecer un servicio de calidad mucho más completo. Tratamos de brindar un momento que se quede en el recuerdo de la gente.
Cuando veo la cara de felicidad del niño que cumple años o de las personas que disfrutan de mi show, me siento muy satisfecha. Yo siempre digo que además de hacer algo que amo, recibo una remuneración económica.
Ser payasa es un arte muy digno y una gran responsabilidad.
P. Al escucharte hablar de tu trabajo, es evidente que amas lo que haces y que lo disfrutas ¿qué significa ser payasa para ti?
R. En el camino me he dado cuenta de que ser payaso es un arte y un trabajo muy digno. Hay quienes piensan que ser payaso es denigrante, pero no es así. Es algo muy bello porque a través de lo que nosotros hacemos llevamos alegría y logramos conectar con los niños.
A mí me encanta lo que hago y siempre trato de cuidar mi imagen donde quiera que esté, tanto si estoy disfrazada de payasa o no, porque lo que yo represento para los niños es “wow” y siento que es una responsabilidad muy grande. Yo tengo niños que me ven con mucha admiración y mucho cariño, me quieren dar de sus dulces o sus pasteles y es una experiencia muy linda.
Mientras pinto niños me he encontrado con las historias más chistosas, pero también con las más tristes. Me han contado sus aventuras y preocupaciones. Hay una niña que me dijo que estaba tan contenta que me iba a hacer una casa para que me quedara a dormir. Pero como ella, también encontré a otra niña que sufría acoso y estaba sufriendo abusos. Y esos casos son muy duros. Como profesional responsable que soy tuve que buscar a las entidades correspondientes para que tomaran cartas en el asunto.
Ser payasa no es solamente pintarte, ponerte la nariz y salir a trabajar, también es leer mucho, estar actualizada con los problemas que viven los niños como el acoso, y reforzar valores y su autoestima en cada show. Yo soy una payasa diferente. No me gusta ridiculizar a la gente para hacer reír, no me gusta agarrar a alguien y hacerlo sentir mal, porque a mí me contratan para todo lo contrario, para que divierta y haga sentir bien a los demás.
Por ejemplo, siempre con los niños en mi show, promuevo lo que es el manejo de desechos, el reciclaje, no usar pajillas ni material desechable de un solo uso. Siempre intento generar conciencia en los niños sobre el cuidado del medio ambiente.
También siempre les digo que tienen que cuidarse ellos mismos y no permitir que nadie les haga daño, les refuerzo que ellos tienen deberes y derechos como niños. Afortunadamente en Costa Rica hay muchas leyes de protección en cuanto a eso y siempre que puedo, trato de ayudar. Mi payasa, mi personaje Piñatica, me permite que los niños me presten atención en esas cosas.
P. Y además de asumir ese rol tan importante de valores en los niños, ¿cuáles han sido los mayores retos en tu camino como emprendedora?
R. Han sido años muy duros, pero puedo decir que después de siete años de esfuerzo y dedicación las cosas empezaron a ir por buen camino. Yo soy de las que cree que fácil es emprender, lo difícil es mantenerse en el emprendimiento. Hay que perseverar y hay que luchar.
Recuerdo que hace muchos años una amiga me dijo: “Anita vas a salir adelante, serás exitosa”, y yo le contestaba: ¿Pero cómo lo voy a hacer? Ella me conocía y sabía que siempre he sido de esas personas que luchan, que doy todo y me esfuerzo. Y ese es el mensaje que siempre doy a otros emprendedores.
Ella me dijo: “Con lo que tienes en las manos”. Y yo pensaba, “Pero si no tengo nada”, y siempre me respondía “Tienes mucho, tienes tus manos”. Me regaló un tesoro que lo guardé y lo hice mío.
Hay mucha gente quiere tener muchas cosas para empezar y a veces sólo nos basta con nuestras manos, porque tenemos talentos, habilidades y cualidades. En especial las mujeres, las mujeres tenemos habilidades increíbles, lo que pasa es que muchas veces tenemos que pasar una crisis para que esas habilidades salgan a la luz. Tenemos que empezar por nuestras manos, que hacen y crean maravillas.
P. Y esos serían parte de tus consejos a otros emprendedores, ¿cierto? ¿Qué otros consejos crees que son importantes para quienes están empezando?
R. Si yo pudiese resumir cómo se hace para tener éxito con un emprendimiento, primeramente diría que poner a Dios en el centro y segundo, tener mucha disciplina, mucha dedicación y amor por lo que se hace.
Si pudiera dar un consejo a alguien sobre cualquier emprendimiento, sería depositar nuestros sueños en Dios, y creer que se van a cumplir.
Los últimos dos años ya yo tenía establecida una cartera de clientes, pero luego del premio se me han disparado las contrataciones. Actualmente tengo cuatro contratos fijos a la semana, más todo lo que va saliendo. De momento tengo la agenda llena hasta el 11 de diciembre.
Los anhelos del corazón sí se cumplen, pero hay que tener disciplina y perseverancia.
P. Y hablando un poco más del negocio, ¿Piñatica Show lo llevas tu sola o con un equipo?
R. Tengo como tres personas de confianza, muy cercanas, de mi familia, que me ayudan. Pero la mayoría de las veces trato de trabajar sola. Cuando necesito que me colaboren, sí tengo gente que me ayuda, pero si no, como la gente quiere siempre a la payasita Piñatica, trato de estar yo.
Claro, espero que con el pasar del tiempo, si seguimos creciendo, ya podré ir buscando gente que me ayude.
P. Anita y con respecto a la parte digital, ¿cómo te das a conocer?
R. Bueno, al inicio toda la promoción era más de boca en boca. Casi siempre era que la gente me veía, me pedía el contacto y luego me contactaba o me refería a un amigo, conocido o familiar. Pero con el tiempo me he ido empapando con la tecnología.
No me considero una persona muy tecnológica, pero he tenido que ir aprendiendo e ir participando. Ahora tengo mi página de Facebook y me ayuda mucho. Y ahora con el Plan de Digitalización creo que también es importante probar y tratar de llegar a más clientes. Debo igual reconocer que el mayor éxito en mi rubro sigue siendo la promoción de boca en boca.
P. ¿Cómo promocionas tus servicios en Internet y por qué crees que es importante?
R. Algo que me ha ayudado mucho es que trato de compartir muchas fotos de mis trabajos. Intento captar esos momentos especiales de cada trabajo para luego compartirlos y que se conviertan en memorias.
Aunque como trabajo con niños, hay muchas fotos e imágenes, donde salen ellos, que no las puedo compartir en redes sociales. A menos que tenga el permiso de los padres, hay muchas imágenes de niños en los eventos infantiles que no puedo compartir públicamente. Sin embargo, con los que sí tengo permiso y aprobación, trato de compartir y disfrutar de las imágenes que nos dejan los eventos.
Compartir los vídeos por WhatsApp también ha sido un éxito, porque la gente los ve y está enterada de en qué anda Piñatica y lo que ando haciendo.
Yo también trabajo mucho para establecimientos comerciales y estas contrataciones me ayudan mucho con mi propia promoción. Porque los centros comerciales, almacenes, o supermercados que me contratan, me hacen publicidad en las redes sociales anunciando dónde y cuándo estará la payasita.
Siempre digo que estos eventos son como una feria de empleo para mí [entre risas]. Los niños se entusiasman “Yo quiero a la payasita, yo también quiero a la payasita” y siempre se me acerca gente interesada en mis servicios y les doy mi contacto. Así se va regando la voz y voy ganando interesados. Además, mis clientes documentan y toman fotos de las actividades que realizo y las comparten en sus redes sociales.
P. Un poco la magia de tejer redes y ahora trasladamos eso a Internet y las redes sociales, ¿no es cierto? Y ya para terminar Anita, ¿Cómo te imaginas a Piñatica Show en cinco años?
R. La imagino mucho más capacitada, cumpliendo el sueño de ir a varios talleres que siempre he querido ir, dentro y fuera del país. Sueño con ese local en que haya todo para fiestas infantiles y opciones de decoración temáticas.
Me veo también ya montada en una empresa grande con varios colaboradores, expandiéndome y capacitando a la gente que va a trabajar conmigo. Sé que llegará un momento en que no voy a poder estar en todos los eventos que nos contraten.
En fin, veo dedicándome completamente a Piñatica Show porque actualmente llevo en paralelo otro negocio, pero quisiera dedicarme a lo que amo.
Cuando una amiga le dijo a Anita que le iría muy bien porque el éxito estaba en sus manos, poco se imaginaba la payasita Piñatica que cambiaría tantas vidas en Costa Rica con un emprendimiento de eventos infantiles. El apoyo de INAMU y el premio que le ha otorgado, del boca a boca de sus audiencias, y de las redes sociales entre sus grandes clientes ha sido determinante en el éxito de esta emprendedora.
Como nos recuerda Anita, con o sin su atuendo de Piñatica, “los emprendedores deben saber que sus sueños se cumplen si son anhelos de su corazón, pero deben estar conscientes que para que se cumplan se requiere de mucha disciplina y perseverancia”.
Cada semana, destacamos una empresa de Costa Rica, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.
