Desde la Revolución Industrial en el s. XVIII, la tecnología ha ido avanzando a pasos agigantados. Las grandes máquinas y vehículos no han sido la excepción. Si ves fotos de, por ejemplo, los medios de transporte de hace 200 años y las comparas con imágenes de los actuales, las diferencias que encontrarás serán muy notorias.
Sin embargo, esa maquinaria no sería útil si no fuera por cada uno de sus componentes más pequeños. Literalmente, perder un solo tornillo podría arruinar el funcionamiento de los vehículos o demás máquinas. En ocasiones, la gente no conoce esa situación o no le da la importancia que merece.
Claro que esto no le ocurre a Mario Mérida, un emprendedor con muchos años en el negocio de los tornillos automotrices. Este guatemalteco se dio cuenta de la importancia de estas piezas, así como de la demanda en el mercado, y decidió fundar Tornillos Torsa, nuestra empresa destacada de la semana en el marco del Plan de Digitalización MIPYME en Guatemala.
Este negocio ofrece soluciones a los problemas de sus clientes, sean personas o empresas. Desde la medida más pequeña hasta la más grande, Tornillos Torsa se pone a las órdenes de la gente. Mario nos regaló un espacio en su agenda para contarnos más detalles.
PREGUNTA: Buen día, Mario, gracias por tu tiempo. Para romper un poco el hielo ¿les puedes contar a nuestros lectores a qué se dedica Tornillos Torsa?
RESPUESTA: Básicamente somos una empresa que se dedica a la venta de tornillos automotrices e industriales. Llevamos más de 20 años de estar en el mercado ayudando a las empresas a satisfacer sus necesidades de tornillos, así como a la industria, mecánicos, carpinteros, electricistas y cualquier persona que necesite cualquier tipo o medida de tornillos.
P: ¿Cómo surgió la idea de fundar Tornillos Torsa? ¿Hubo algo que te motivó a dedicarte específicamente a este rubro?
R: De hecho, mi papá empezó con el negocio hace más de 30 años en Coatepeque, Quetzaltenango. Vimos que en aquel entonces el transporte urbano y los mecánicos empezaron a utilizar muchos tornillos. La industria fue creciendo, incluso en el transporte pesado había una movilización constante de vehículos, pero no había una gran variedad de tornillos en los talleres.
Entonces ahí surgió la idea de satisfacer ese nicho del mercado. Luego tuvimos la oportunidad de establecernos aquí en Mazatenango, cuando yo ya había regresado de Estados Unidos al haber terminado unos estudios allá. Desde entonces hemos estado en el mercado satisfaciendo a la industria, la cual es un poco más grande en la Costa Sur.
No solo se trata de vender, sino de ayudar a nuestro cliente.
P: Interesante, Mario, ¿fundaste la empresa tú solo o junto con tu padre?
R: Mi papá ya había puesto su empresa en Coatepeque, así que yo decidí abrir el negocio por mi propia cuenta aquí en Mazatenango. Desde entonces ha sido un negocio familiar, donde estamos mis hijos, mi esposa y yo.
P: Es alegre saber que tu familia también está en el negocio, Mario. Además de ella, ¿tienes algún empleado o colaborador que te apoye para atender la tienda?
R: Contamos con 2 personas que nos ayudan a atender a los clientes. Mis hijos y mi esposa también forman parte del equipo del trabajo. En total somos 5 personas las que estamos atendiendo el negocio.
P: Ya que nos hablaste de las personas que están detrás de Tornillos Torsa, nos gustaría que nos contaras un poco más acerca de sus servicios. ¿Qué hace especial o diferente a Tornillos Torsa de otras empresas?
R: Hace unos meses hicimos una encuesta a nuestros clientes. La mayoría de las personas expresó que el servicio nos hace diferentes. Muchas veces no solo se trata de vender un tornillo, sino de buscar la necesidad que tiene un cliente. En otras palabras, nuestro servicio consiste en darle al cliente lo que necesita y que él salga satisfecho.
Realmente nos hemos enfocado en ayudar a los clientes en lo que necesitan y creo que eso nos ha dado el éxito. Y ese éxito se trata de que la gente vea que también nos interesan sus proyectos y su problema. Nosotros tratamos de resolverles los problemas a los clientes.
P: Y en cuestión de éxito, ¿cómo has percibido el crecimiento de Tornillos Torsa hasta hoy? ¿Qué tanto sientes que ha avanzado desde sus inicios?
R: Hemos avanzado bastante, ya que somos muy especializados en los que hacemos. No es como una tienda de repuestos de carro, de moto, una tienda de barrio o un lugar donde uno encuentra diferentes artículos. Nosotros nos hemos enfocado más en cuestiones especiales de la industria automotriz y de construcción.
Por otro lado, hoy ya estoy a cargo de la tienda en Coatepeque, se la compramos a mi papá, así que en ese aspecto también hemos podido crecer. Hemos visto la aceptación de la gente gracias al tiempo, la honestidad y el servicio.
Creo que todo eso les da garantía a los clientes para que envíen a su mecánico o encargado de compras a nuestro local. Ellos saben qué productos vendemos y que los damos al precio justo.
También nos hemos enfrentado a la corrupción en otras empresas. Durante mucho tiempo tuvimos que aguantar que las personas encargadas de las compras en algunas empresas hacían órdenes de producto, pero querían que se les diera dinero extra por comprar los insumos. Sin embargo, nosotros no accedimos a ese tipo de circunstancias y creo que ahí ganamos la confianza de la gente.
P: Gracias, Mario, felicidades por ese crecimiento. Hablando ahora de publicidad, nos gustaría saber si utilizan las redes sociales para promocionar a Tornillos Torsa.
R: Antes usábamos la radio, la televisión, volantes y demás tipo de publicidad tradicional. Hoy hemos visto que eso ha cambiado y ya estamos en Instagram, Facebook y Twitter para poder alcanzar a más clientes, especialmente con la situación del coronavirus. Estamos tratando de llevarle los tornillos a su hogar a más gente. Asimismo, estamos buscando estrategias de venta para poder utilizar los medios de comunicación.
P: En el caso de las redes sociales, ¿qué tipo de publicaciones o estrategia tienen?
R: Tratamos de actualizar la página de Facebook constantemente, lo cual antes no hacíamos con regularidad. En estos días, viendo la necesidad de la gente, estamos publicando las noticias sobre el COVID-19, lo que el Gobierno está informando, videos de cómo utilizar algunas herramientas, de cómo utilizar algunos tornillos, etc. También estamos viendo la necesidad de empezar a hacer ofertas en nuestra página.
Por otro lado, publicamos acerca de la labor social que estamos haciendo. Actualmente damos desayunos y almuerzos en un salón en Mazatenango, donde hay muchas personas desamparadas a quienes no se tomó en cuenta cuando empezó la pandemia en Guatemala. Un grupo de jóvenes decidió tener a estas personas en un refugio y hemos estado constantemente apoyando este proyecto.
Esto lo compartimos en redes sociales para decirle a la gente que hay personas que necesitan ayuda. Si Dios nos ha bendecido a nosotros, ¿por qué no hemos de bendecir a los demás? Quizá este es el lado que nos ha ayudado bastante, pues la gente ha demostrado una mayor aceptación en Facebook.
También hemos publicado fotos en las que estamos entregando gel para las manos a los policías. Muchos dirán que quizá no sea importante, otros compartirán que sí y puede que algunos comenten: “Este solo busca fama o posicionamiento”. Pero para eso son las redes sociales, para que la gente vea que todos tenemos que apoyar.
P: Mencionaste que antes utilizabas publicidad convencional y ahora estás más con las redes sociales. ¿Nos podrías compartir qué diferencias has encontrado en estas 2 formas de publicidad?
R: Una de las cosas más importantes de las redes sociales es la relación costo-beneficio. La publicidad en televisión es demasiado cara, no digamos en el periódico y en la radio. Además, el alcance de estos medios es muy grande y nosotros queremos llegar a un sector determinado. Con las encuestas hemos aprendido qué personas y empresas nos visitan. Entonces, hemos querido ser más específicos con la publicidad.
Justamente esa es la gran ventaja de las redes sociales. Podemos ser más específicos a un costo mucho más bajo. Por ejemplo, en Semana Santa hicimos una publicidad y el rating fue bastante alto. Ahora esperamos que dé resultados en los próximos días; es decir, que las ventas incrementen. Lo increíble es que nos salió bastante barato, no gastamos ni la mitad que en publicidad convencional.
Por cierto, el volanteo (entrega de volantes) ahora es difícil por la situación que vivimos (la pandemia). Uno tiene que ir de puerta en puerta con su mascarilla a determinada hora y a veces la gente no está en casa. Es una estrategia poco efectiva. En cambio, todo el mundo está viendo las noticias, qué está pasando en Facebook, etc.
P: Para continuar con el tema de los cambios en tu empresa, ¿tienes pensado implementar algo nuevo en Tornillos Torsa en un corto o mediano plazo?
R: En este momento, estamos pensando en ampliar nuestra gama de productos. Queríamos abrir otra sucursal en Mazatenango, pero consideramos que la economía no será muy favorable en los próximos meses a causa de la pandemia, no solo en Guatemala sino a nivel mundial.
Es cierto que somos un país luchador, productor, que no se queda atrás y que siempre anda inventando. Pero hay que saber tomar las decisiones en este momento complicado. Entonces, mejor vamos a ampliar nuestro stock. Durante las últimas semanas vimos que la competencia estaba cerrada, así que empezamos a ver qué nos hacía falta en el inventario. Creo que eso nos abrió los ojos.
También estamos trabajando en la fabricación de mascarillas. Como ahora es obligatorio usarlas, nos anticipamos a otros y empezamos a hacerlas para dárselas a los clientes que llegan, incluso hemos regalado algunas para que vean que nosotros estamos ayudándolos contra el COVID-19. Gracias a Dios nos está yendo bien.
Mi familia me ha impulsado a seguir adelante y a crecer en este negocio.
P: Muy buena idea Mario, es importante saber adaptarse a la situación. Ahora cierra los ojos e imagina que han pasado 5 años, ¿cómo ves a Tornillos Torsa en ese tiempo? ¿Hasta dónde ha llegado la empresa?
R: Yo la veo en ese momento como una empresa unida, mandando nuestros productos a otros países y con otra sucursal más grande. También nos veo vendiendo artículos en línea.
P: Imaginamos que has pasado por momentos complicados desde que fundaste tu empresa, además de la pandemia ya mencionada. En esas situaciones difíciles, ¿qué te ha motivado a no rendirte?
R: Yo creo que en primer lugar está mi familia, en especial el apoyo de mi esposa. Claro que hemos tenido situaciones muy difíciles. Por ejemplo, hace años tuvimos una empresa de bebidas; lamentablemente no nos fue bien y la empresa quebró.
En ese entonces, Torsa soportó el problema financiero, pero tuvimos otros inconvenientes muy fuertes: los proveedores ya no querían vendernos productos y teníamos muchas deudas. Sin embargo, Dios abrió nuevas puertas: mi familia, el apoyo de mi esposa y la seguridad que ella me daba. Creo que esa experiencia me sirvió mucho para aprender. Si alguien me pregunta si volvería a abrir otra empresa aparte de Torsa, yo diría que no.
En resumen, creo que mi familia ha sido lo que me ha impulsado a seguir en este negocio. Además, está la bendición de Dios, que hemos visto que a pesar de la situación seguimos vendiendo nuestros productos. Por último, pondría la idea de tener un buen futuro. Me gustaría retirarme en mi vejez y vivir de la empresa. Eso también me impulsa a seguir.
Es fundamental que organicemos nuestro negocio para poder crecer.
P: Ya que mencionaste el retiro, ¿te gustaría que tus hijos heredaran la empresa y siguieran con el legado familiar?
R: Sí, esa es la idea. De hecho, nos hemos sentado a platicar al respecto, aunque cada quien ha seguido una carrera diferente. Solo mi hijo mayor estudia Ingeniería Industrial, una profesión acorde con la empresa. Mi otro hijo está en Ingeniera Ambiental, la cual no tiene nada que ver con el negocio. Sin embargo, ellos tienen bien clara la situación, saben que son los directores de la empresa y los accionistas.
Entonces, tenemos muy clara la misión: pueden hacer lo que quieran siempre y cuando estén al tanto de la empresa. Lo mismo ocurre con mi otra hija, pues ella quiere seguir Mecatrónica, que tampoco tiene que ver con tornillos, pero está consciente de la situación.
Todos ellos no necesariamente tienen que estar dentro del negocio, pero sí ser parte de él. Ya más adelante tendrán que contratar a otras personas, crear fuentes de trabajo, etc. Yo soy muy soñador, así que digamos que esto ocurrirá en unos 20 años primero Dios. Obviamente mis hijos tendrán más experiencia.
A mí me tocó comprarle su tienda a mi papá, quien ya está retirado, descansando. Y la idea es seguir con ese legado, mis hijos lo saben. Mi esposa y yo hemos dicho que, a la hora de retirarnos, lo único que queremos es que la empresa siga funcionando cincuenta o cien años más.
P: Por último, Mario, varios de los lectores de Kolau son emprendedores o pequeños empresarios. Ya que tú emprendiste hace muchos años y sigues vigente en el mercado, ¿qué consejos les podrías dar a dichas personas para que sigan adelante con sus proyectos?
R: Creo que como pequeñas empresas tenemos un grave problema: somos muy desorganizados. A veces vamos por la fuerza viendo cómo nos arreglamos en el camino y no debe ser así. Es fundamental que organicemos nuestro negocio para poder crecer. Pienso que si no me hubiera empezado a organizar hace más de 15 años, estaría en otro nivel o lugar.
Ahora estamos en una situación difícil, pero eso no significa nada. Las mejores ideas nacen en los tiempos más difíciles. En Guatemala hay muy buenas ideas. Yo conozco a emprendedores que han hecho grandes cosas y han aprovechado las oportunidades. Lo más importante ahora es saber cuál es la misión, la visión y los propósitos del negocio y enseñárselos a los empleados. Hay que dar una dirección para que cada quien sepa hacer su trabajo.
Si como emprendedor estás solo, no te preocupes ahora, al final vas a crear fuentes de trabajo; tarde o temprano necesitarás de personas que te apoyen. Ahora es una oportunidad para crecer y van a salir adelante los que realmente son visionarios, los que van a tomar el reto. Y lo más importante para todo emprendedor es pedirle mucho a Dios su bendición.
Asimismo, hay que aceptar que uno comete errores, pero hay que volver a levantarse. Muchos dirán: “Pero mira, yo ya fracasé”. ¡No importa! El fracaso siempre se verá en tu vida, lo importante es cómo vas a levantarte para volver a empezar.
Si dejas que el fracaso te domine, mejor busca un empleo. Aunque ni siquiera eso es seguro. Con lo que está pasando ahora, por ejemplo, mucha gente ha perdido su trabajo y mucha más quizá lo perderá. En fin, el verdadero emprendedor es el que toma el reto, el que pone la casta, saca el pecho y sigue adelante. Todo lo demás viene por añadidura.
Han pasado muchos años desde que Mario tomó la decisión de fundar su propio negocio, quizá tratando de seguir los pasos de su padre. Desde entonces, Tornillos Torsa ha crecido y ha solucionado los problemas de muchas empresas y personas. Gracias a ella, podríamos decir de forma literal que “a nadie le falta un tornillo”.
Por supuesto, eso no significa que el camino haya sido fácil y que todo el trabajo ya esté hecho. Mario y su familia han caído, pero como buenos emprendedores y formando un gran equipo, se han levantado y han superado los obstáculos más difíciles. Claro, siempre guiados por su fe en Dios y el deseo de un futuro mejor, los cuales aún los impulsan a mejorar día con día.
El ejemplo de esta familia nos demuestra que nada es imposible. El esfuerzo y la perseverancia, acompañados de una buena organización, dan sus frutos tarde o temprano.
Cada semana, destacamos una empresa de Guatemala, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.