Cuando Fabián describe su salsa criolla, El Chimi lo hace con tal mimo que logramos humanizarla, con su personalidad “delicada pero profunda”, “alegre y musical” y muchas veces “temperamental”. Su creador llega a comentarnos que el sabor de El Chimi varía dependiendo del estado anímico de quien lo esté preparando, por eso “hay que prepararlo muy alegres; si uno está molesto o afligido, el sabor será distinto y puede que el resultado final no sirva”.
El Chimi es mucho más que una salsa, es un compañero más, en los asados, en las comidas, en los eventos, en los encuentros entre familiares y amigos. Así lo siente Fabián Fariña y su equipo, quienes han logrado en poco más de un año, establecer un próspero negocio de salsa criolla en Asunción, Paraguay, y donde el gran protagonista es el producto estrella que da nombre a “El Chimi”, nuestra empresa destacada de la semana en el marco del Plan de Digitalización MIPYME en Paraguay.
Pese a la simplicidad de los ingredientes que conforman esta salsa, Fabián espera que pronto se consolide la marca en el mercado local y poder exportar su chimi. Para ello, la energía de este joven emprendedor está enfocada en superar las trabas burocráticas de registro de marca y permisos de comercialización en Paraguay, continuar la producción artesanal y sostenible de su producto, mantener la frescura y calidad, y profundizar el marketing y la digitalización de su empresa.
PREGUNTA: Hola Fabián, queremos darle la bienvenida a El Chimi a nuestra serie de entrevistas de la Empresa Destacada de la Semana en Paraguay. De manera general, nos gustaría conocer ¿Qué es El Chimi y cómo empezó la idea de este emprendimiento?
RESPUESTA: El Chimi es una salsa criolla para acompañar asados, milanesas, comidas en general, o disfrutar sola con pan o arroz. Es una salsa natural, hecha artesanalmente y sin conservantes.
Todo empezó con una merma de locotes [pimientos o pimentones – su nombre varía entre distintos países hispanoparlantes] que tenía un amigo y que no iba a vender porque tenían “ojo de gallo”, que es como un lunar en la planta. Mi amigo me explicó que se podían comer y que no afecta el sabor de los locotes, pero la gente no los compra porque su aspecto es diferente. Yo le pedí el excedente de hortalizas y se los entregué a mi mamá para usar en casa y ella empezó a usarlos para hacer salsa criolla.
Esta salsa gustó tanto, que me empezaron a pedir que la hiciera y la llevara a donde iba. Los amigos y conocidos me la empezaron a pedir también para tener en casa. Yo veía venir que era un buen negocio, porque un día un amigo me llamó y me dijo “che, tengo un asado en casa, y quiero llevar El Chimi” y yo le dije “Vale, te lo voy a preparar, pero me tienes que pagar tantos guaraníes” y así se unió otro y otro amigo, todos pagando, hasta que hubo gran demanda.
Así que la receta original de El Chimi es de mi mamá. Con el tiempo ha ido variando el sabor, porque lo hemos ido perfeccionando, agregándole algunas especias y estructurando la preparación de la mejor manera. Es un proceso muy largo, y los tiempos de preparación, así como el orden de la mezcla de los ingredientes, influyen enormemente en el resultado.
Los inicios fueron muy duros. Fue bueno, porque a la gente le gustaba mucho la salsa y la demanda fue creciendo, pero en un principio fue muy difícil mantener la producción. Luego, ya lo logramos. Claro, el precio de El Chimi es muy accesible y eso también es una ventaja.
Lo peculiar de nuestro producto es que es mucho más que una salsa. Es un acompañante y, como tal, tiene su propio espacio y sus secretos. Desde la receta, la cantidad de ingredientes, la forma de mezclarlos y hasta la música, y el estado anímico de quienes lo estamos preparando afecta el sabor final de El Chimi.
El Chimi es mucho más que una salsa, tiene sus secretos.
P: Fabián y toda esta aventura, ¿Cuándo empezó? ¿Cuántas personas trabajan actualmente produciendo El Chimi?
R: Empezamos con la empresa en marzo de 2018, aquí en Asunción. Sin embargo, aún estamos haciendo las gestiones para completar todos los registros que nos exigen las autoridades sanitarias.
Estos registros y certificaciones son importantes, no solo para tener respaldo con nuestra marca registrada y con nuestros permisos de producción y venta de alimentos, sino también para lograr dos objetivos importantes: vender en los supermercados y exportar. Yo quisiera vender El Chimi afuera, pero necesitamos terminar de procesar toda la documentación reglamentaria para poder pensar en ello.
Con respecto al equipo, actualmente solo tres personas hacemos El Chimi, pero en la empresa estamos trabajando seis personas. Yo nunca he cocinado El Chimi solo, o con mi mamá y mis socios, o con amigos.
La preparación tiene que hacerse con muy buena onda, disfrutándolo y sin estar triste o enojado. Si no se tiene la actitud adecuada, no quedará rico. Y aún así, cada producción es distinta a la anterior. Así como dicen que el sudor de cada persona es individual, así mismo es el sabor de la salsa criolla de cada persona. La elaboración del producto que termina uno de nosotros no es exactamente igual a la que termina el otro.
Es un producto que lleva mucho trabajo, entonces, la música nos anima y nos ayuda mucho. Para atraer a mis amigos ponemos la música que nos gusta mientras cocinamos. Por ejemplo tenemos un concierto de un grupo que nos gusta para picar los locotes, otra música par mezclar todos los ingredientes y otro concierto para envasar El Chimi.
Hemos probado muchas variaciones de las cantidades, pero nuestra salsa criolla actual es única. El chimi lleva además de locotes, cebolla, ajo, aceite y vinagre. Tenemos algunas variaciones como la picante, a la que le agregamos pimiento rocoto que me envía un amigo directamente desde Bolivia y que no afecta el delicado balance y sabor de nuestra salsa. Más bien la complementa.
P: Fabián y ¿Por qué decidiste emprender? ¿Qué te motivó a tener tu propia empresa?
R: En Paraguay es muy difícil emprender y siempre hay obstáculos para quienes se acaban de graduar. Hay empleo en grandes empresas, pero para tener nuestro propio negocio, las cosas se complican mucho más.
No es algo que me enorgullezca de mi país, porque además de la burocracia y el papeleo para poder lograr tener nuestra propia empresa, también hay quienes ponen obstáculos porque saben que nuestro producto es mejor y puede competir y superar a marcas conocidas en el mercado.
Sin embargo, en mi caso, lo que más me motivó fue poder tener mi propio negocio, con el que pudiese mantener a mi familia y decir que lo logré. Aunque había quienes no creían que lo lograría haciendo salsa criolla yo solo; pude demostrar que sí se puede.
P: En ocasiones ir contra corriente es un gran motor para motivarnos a seguir. Y hoy en día, ya con El Chimi estableciéndose como marca, ¿Cómo haces para dar a conocer el producto? ¿Qué estrategia de marketing te ha resultado mejor hasta el momento?
R: Actualmente nuestras principales vías de comunicación con los clientes son el boca a boca y las redes sociales. La que mayor cantidad de clientes nos ha traído es la referencia de boca en boca entre amigos y conocidos que prueban la salsa o la llevan a los asados y les gusta tanto que luego nos llaman para pedirnos ellos también su salsa.
Sin embargo, también nos gusta usar las redes sociales, principalmente Facebook e Instagram. Allí colocamos las versiones de los productos, fotos y videos.
Una estrategia que nos ha funcionado muy bien es compartir las fotos de nuestros clientes. Más que usar imágenes que tomamos nosotros, compartimos las fotos que nos envían nuestros clientes y les comentamos algo colocando el crédito de la persona que ha hecho la foto y esperando que hayan disfrutado del asado, el evento o la comida entre familiares y amigos. A la gente le gusta porque se siente tomada en cuenta y ve que realmente personalizamos las comunicaciones e interactuamos con nuestros seguidores.
También hemos usado las redes para campañas de publicidad y promociones. Por ejemplo, hace algún tiempo hice merchandising con el logo de El Chimi. Teníamos gorras, camisetas y llaveros y a través de las redes sociales hicimos algunos sorteos. A la gente le gustan esas cosas.
Fue chistoso que algunos amigos cercanos se molestaron porque ellos como clientes más fieles, querían esos productos con nuestra marca, pero finalmente fue una buena idea aprovechar la ocasión de premiar tanto a clientes fieles como a nuevos clientes a través de las redes.
En las redes hacemos más promociones y socializamos.
La web es más informativa.
P: Entonces ¿las redes sociales son su principal espacio de presencia digital? ¿Qué tan importante es para un emprendedor tener una página web o estar en Internet?
R: Tener presencia digital es muy importante para los pequeños emprendedores, para darnos a conocer y aprovechar la publicidad y visibilidad que tenemos, no solo localmente, sino en lugares que ni nos imaginamos que podemos vender.
Nosotros tenemos un dominio y estamos elaborando nuestra página web. Es un proceso largo para el que aún no he tenido mucho tiempo, pero está en mis planes porque es importante estar en Internet para que más gente nos conozca.
Sin embargo, creo que acá en Paraguay aún no es tan importante tener una página web. Para mí es fundamental, porque es la manera más informativa de llegarle a la gente. En las redes sociales hacemos más promociones y socializamos, pero en la web tenemos oportunidad de dar información extra sobre nuestro producto.
A mí me ha impactado positivamente tener redes sociales activas, porque, por ejemplo, en fechas de fiestas he podido aprovechar para hacer promociones y sorteos en los que he etiquetado a mis amigos y ellos a sus amigos y así sucesivamente. De esta forma se va dando a conocer El Chimi y obtenemos más seguidores interesados en comprarnos.
P: Fabián y cuéntanos, ¿Qué crees que hace diferente El Chimi a su competencia?
R: En realidad, nosotros aún no tenemos una competencia directa de salsa criolla artesanal envasada en el país.
En Paraguay hay muy pocas empresas que han registrado la elaboración de salsa criolla, así que nos diferencia que la hacemos de forma natural sin conservantes, y que tenemos un gran producto. A la gente le gusta mucho y eso marca la diferencia. Cuando uno ofrece un producto bueno, de gran calidad, la gente pide más.
Además, atiendo personalmente a quienes me compran El Chimi y hago seguimiento. Si lo llevamos a un asado o a un evento, llamo a los clientes o a los amigos al día siguiente para saber cómo estaba la salsa, si les gustó, y asegurarme de que están satisfechos. Además, les comento que cuando se les acabe o si quieren pedir más, les doy 3×2, o si han comprado varias de sabor tradicional les regalo la picante para que la prueben y otras promociones así.
Además, también creo que nos diferencia que yo reuso y reciclo mucho. Todos los frascos que usamos para El Chimi son reciclados. La gente valora mucho ese detalle. Es muy importante para mí trabajar con este tema, porque siento que podemos reusar y reciclar los envases de vidrio en los que comercializamos la salsa y dar un mensaje claro de sostenibilidad desde el principio de nuestra empresa.
P: Claro, son valores diferenciales de la marca. Y ¿Qué consejo darías a emprendedores que están empezando a salir al mercado?
R: [Entre risas] Primero que si van a emprender, no lo hagan en el mismo rubro, para no competir entre nosotros. Además, ahora no tengo competencia directa y es una gran ventaja [ríe con picardía]. No, ahora hablando seriamente, lo importante es que si se deciden a emprender en éste o cualquier otro rubro, lo hagan con un excelente producto.
También les diría que se informen muy bien del mercado y de los permisos y documentación que requieren y que amen lo que hacen para que trabajar duro sea más llevadero y lo puedan disfrutar, como lo hacemos nosotros.
P: ¿Qué es lo que más disfrutas de tu emprendimiento, Fabián?
R: Tener mi propio negocio. Tener algo mío en un país donde es complicado recibir apoyo para emprender. Esto es algo que disfruto mucho.
Además, El Chimi es algo que yo fabrico, que yo mismo hago y compartir eso es muy satisfactorio. Cuando me dicen que les ha gustado la salsa y que han comido rico gracias a nuestro producto, yo me lleno de orgullo y felicidad.
Ha sido muy beneficioso tener acceso a tanta información valiosa en línea.
P: Fabián, y con respecto a los cambios y los retos que te ha tocado superar en la creación y comercialización de El Chimi, ¿Por qué crees que es importante que un emprendedor esté en constante capacitación? ¿Cómo te ha impactado en tu negocio?
R: Debo confesarte que mi capacitación en este rubro no ha sido tan profunda, pero obviamente he ido informándome, preparándome y aprendiendo mucho sobre manipulación de alimentos, selección de la materia prima, y preparación, conservación y comercialización de productos alimenticios.
A través de formaciones en línea he aprendido, entre otras cosas, los estrictos protocolos para cuidar y desinfectar los frascos reciclados que usamos y cómo debemos mantener todas las superficies que tocan nuestros ingredientes mientras preparamos El Chimi.
En general ha sido muy beneficioso tener acceso a tanta información valiosa en línea, para poder hacer crecer nuestro negocio y para poder ir mejorando no solo nuestro producto sino también cómo lo vendemos y cómo lo damos a conocer.
Por ejemplo, yo estudié mucho la composición de los alimentos de El Chimi, y cómo conservarlo sin aditivos ni conservantes. Descubrí que desde la antigüedad los mejores conservantes son el aceite y el vinagre y nuestra salsa justo lleva una combinación perfecta de ambos. Pese a que el resto de los ingredientes son hortalizas y sal, lo que la hace muy sana, tenemos estrictos procedimientos de preparación, envasado y recomendaciones específicas de uso y consumo.
Son varias cosas, pero una importante es que no se puede utilizar un cubierto usado o sucio para servir la salsa, porque se puede agriar. Afortunadamente, en todo el tiempo que llevamos haciendo El Chimi no hemos tenido nunca ningún problema ni ninguna queja, pero siempre le advertimos a los amigos y a los clientes y es la manera más fácil de que sigan estas sencillas instrucciones de uso.
Además, es importante el hecho de que reusamos y reciclamos mucho en esta empresa. Nuestros envases son reusados, así que también debemos seguir los protocolos de esterilización y cuidados necesarios para que todo esté bajo control.
P: Fabián y para cerrar nuestra entrevista, si visualizamos tus objetivos a futuro, ¿Cómo ves a El Chimi en los próximos 5 años?
R: Ojalá que ya tenga todos mis permisos, certificaciones y temas burocráticos resueltos, y ya podamos estar exportando. Yo me veo con una empresa en pleno crecimiento ya fortalecido en el mercado paraguayo y viendo mi producto en todas partes.
Para Fabián, todo empezó con una merma de locotes (pimientos) y la receta de salsa criolla de su mamá. Y en poco tiempo, ha logrado, junto a su familia y algunos colaboradores, “dar vida” a El Chimi y cubrir la continua demanda de este producto entre amigos, conocidos y clientes.
Comercializar alimentos preparados de forma artesanal en Paraguay requiere de un lento y tedioso proceso de registros y permisos, especialmente para MIPYMES tratando de ganarse un lugar de excelencia en el mercado, pero como el mismo Fabián nos confiesa, todo habrá valido la pena porque hacer y compartir El Chimi no es solo parte de su vida como empresario, sino que lo enorgullece y lo hace muy feliz. ¿Qué mejor manera de ponerle sabor al futuro?
Cada semana, destacamos una empresa de Paraguay, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.