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La imagen de la familia al completo en torno a la mesa, degustando una deliciosa cena y departiendo sobre cómo ha ido la jornada se convierte demasiadas veces en una utopía a causa de las largas jornadas laborales que impiden dedicar el tiempo de elaboración que exige la cocina. 

Convertir esta quimera en un hábito es lo que pretende Cristina Contreras con su negocio, centrado en la producción de hierbas y especias naturales maceradas en una base de aceite vegetal y que facilita que, en apenas unos minutos, podamos preparar en casa una comida sana y sabrosa que nada tiene que envidiar a la que ofrece el restaurante más celebrado. 

Además, los productos de Menjurjes, nuestra empresa destacada de la semana en el marco del Plan de Digitalización MIPYME de Guatemala, están diseñados tanto para los más expertos cocinillas como para aquellos que apenas son capaces de hacerse un huevo frito. “Fácil de usar, listo para cocinar”, ese es el lema con el que Cristina nos ayuda a ahorrar tiempo y dar un merecido placer a nuestro paladar.

Así que tomen asiento, colóquense las servilletas, agarren cuchillo y tenedor y dispónganse a disfrutar de la delicia que nuestra protagonista nos va a describir en las siguientes líneas. ¡Bon appétit!

 

PREGUNTA: Antes de nada, Cristina, queremos darte la bienvenida a nuestra serie de entrevistas de la empresa destacada de la semana en Guatemala. Nos gustaría que nos contaras en qué consiste tu proyecto y cuánto tiempo llevas con ello.

RESPUESTA: Mi emprendimiento se llama Menjurjes. Siempre he sido una persona que ha estado en negocios, me quedé con mis hijas sola y centrarme en las ventas me facilitaba más momentos para poder dedicarme a ellas. En todo momento yo me esforzaba en hacer una comida sabrosa y nutritiva, a pesar de que el tiempo fuera reducido. Y de ese hecho es de donde surge Menjurjes.

Yo elaboro un aceite a base de girasol que ya trae especias naturales. Tengo ajo, cilantro y albahaca. Todo ello parte de un estudio que hice con personas cercanas, con amigas, con familia, probando recetas. Siempre he pensado que hay mujeres y hombres que tienen horarios extendidos en el trabajo, lo que les impide acudir al súper a comprar unas hierbas frescas, pero que sí disfrutan de dedicarse en su casa a cocinar algo para ellos. 

Mi eslogan es “fácil de usar, listo para cocinar”, es decir, mi producto se lo agregas al pollo y luego directamente lo echas a la plancha. Sirve tanto para los que saben cocinar y quieren experimentar con una receta nueva como para los que no saben hacerlo y simplemente se lo añaden al pollo y les sabe el sabor casero ese que les hacía la abuelita. 

 

P: ¿Cuándo te decidiste a comenzar a emprender con Menjurjes?

R: Yo pongo como fecha de origen el día 15 de septiembre de 2018, que fue cuando me aceptaron el proyecto. Acudí a una incubadora de negocios y ahí empecé a desarrollarlo, pero no empecé a vender hasta abril de 2019. La verdad es que al principio era lo que llamo la venta de lástima, es decir la que hace todo el mundo con sus familiares. 

Resulta que les gustó y comenzaron a recomendarme, lo que me dio mucha satisfacción y también me ofreció seguridad. La gente me decía que estaba muy rico o que a sus hijos les encantó mi producto y les salvó de un apuro. Una vez que percibí este éxito, abandoné las otras actividades que hacíamos de venta y nos dedicamos íntegramente a Menjurjes. 

 

Hoy por hoy yo soy la gerente, productora y
financiera de la empresa.

 

P: ¿Qué os diferencia de otros productos similares, si es que los hay, en Guatemala?

R: Realmente no los hay, solo existe una empresa más grande que vende unos aceites saborizados y, en ocasiones, tiene algún tipo de aceite importado desde España, que trae algunos condimentos. Como es importado, para el promedio de la gente de Guatemala resulta muy difícil poder adquirirlo por el precio, que no es tan popular como el que yo estoy haciendo. 

P: ¿De qué manera lo distribuyes y llegas a nuevos clientes?

R: Empezamos haciéndolo en mercados artesanales, vendíamos unas bolsas que contienen las hierbas naturales, una vez que quieres usarlo las agitas y las echas directamente. Aquí existe un mercado muy grande a nivel nacional que se llama La Terminal y al que llega de todo. Fue en él donde empezamos a contactar con muchas personas y decidimos vender unas versiones populares, que son más pequeñitas. 

Ahora me encuentro en el proceso de hacer una especie de dispensador en el que se puedan colgar, además, también hablo con las personas que venden pollo, con vendedores de carne, con quienes dispensan especias para cocinar… para que las empiecen a adquirir. Porque hoy por hoy yo soy la gerente, productora y financiera de la empresa [risas]. 

P: Al ser un producto casero, ¿Qué beneficios aporta a quien lo consume?

R: En primer lugar, yo utilizo un aceite de girasol que tiene unas propiedades similares al aceite de oliva, con la ventaja de que lo puedes someter al fuego en los productos para cocinar sin que pierda las propiedades, porque nuestro cuerpo necesita grasa, necesita aceite. 

Además, todos los productos contienen ajo, que aporta propiedades bactericidas, antiinflamatorias, al igual que la albahaca. Por su parte, el cilantro es antioxidante y la pimienta es desinflamatoria lo que ayuda a una mejor salud digestiva. 

Básicamente, lo importante es que las comidas no van a causar daño y no es necesario usar tanta cantidad de aceite porque la idea no es que se haga una fritura, sino que se pueden saltear unas verduras y el resultado es un aroma rico hecho con hierbas naturales. 

 

P: Resulta muy positivo que vendas un producto que ofrece satisfacción al estómago y es beneficioso para el cuerpo. Empezaste muy poco a poco, con la opinión de las personas más cercanas, ¿Qué estrategia de marketing te permitió ir creciendo después de eso?

R: Gracias al apoyo que he recibido del Centro Municipal de Emprendimiento y también del Ministerio de Economía, que nos ayudó a estar con ustedes, hemos recibido capacitaciones en redes sociales. Eso me ha ayudado porque las personas compran mi producto y se adhieren a dichas redes, comentan qué les gustó, destacan el sabor y me preguntan que dónde lo pueden encontrar. 

Por ahorita estamos buscando ir a los mercados artesanales a encontrar nuevos distribuidores, porque asistir a este tipo de espacios también me permite generar nuevos contactos. 

Mientras, en las redes sociales ya hay publicaciones que tienen muchos likes y algunos comentarios donde alaban la receta y eso me parece muy importante, el hecho de que la gente interactúe conmigo. 

 

Necesito que las personas sientan el aroma de lo que vendo.

 

P: ¿Cuáles son las redes sociales en las que promocionas Menjurjes? ¿Trabajas de forma diferente en ellas?

R: Tengo Facebook, Instagram y Twitter, creo que me hace falta mejorar un poco en mis fotografías, que es en lo que estoy trabajando ahora. Sin duda Instagram es una red más visual y la gente hace preguntas más breves en ella.

Creo que la mayoría de mi público, por la edad o por el hecho de que se trate del sector de la cocina, interactúa más conmigo en Facebook, ya que permite un contenido más extenso. Puedo poner conceptos más detallados de cómo se hace una receta y ahora me dedico a contestar por la noche regularmente, en torno a las seis o siete. 

 

P: ¿Qué respuesta estás recibiendo por parte de tus clientes? Entendemos que al ser algo tan novedoso en Guatemala puede ser sorprendente para ellos hasta que lo prueban por primera vez.

R: Sí, trabajamos a partir de la degustación del producto, ya que necesito que las personas sientan el aroma de lo que vendo. La estrategia que uso con los distribuidores es que les obsequio algo según la receta que vaya a cocinar en el día y después les pregunto qué les ha parecido. 

Por ejemplo, hay personas que no consumen tanto ajo y si les gusta lo que han probado les dejo las bolsas pequeñas y ellos se encargan de explicar lo que es el producto y recomendarlo, pero siempre una vez que ya lo han probado. Ese es el gancho que estoy usando.

 

P: ¿La gente vuelve a comprar el producto una vez que lo ha probado?

R: Sí, vuelve a comprarme habitualmente y como tengo el Whatsapp me escriben para saber dónde pueden localizar los productos. A partir de ello me comunico con los mercados artesanales y me compran las versiones más grandes.

 

P: En el poco tiempo que llevas, ¿Cuáles son las mayores dificultades que te has encontrado para lograr un crecimiento?

R: La mayor, sin duda, ha sido organizar la agenda. También creo que es importante que siga capacitándome, yo no estaría aquí si no hubiera hecho estos programas estructurados. Después, he de cumplir la agenda en relación a qué días produzco, qué días salgo a vender o llevar un orden de los inventarios. 

 

Mi juego preferido de niña era imaginar que tenía un negocio.

 

A veces también me adentro en procesos que suponen ponerme metas de ventas para poder crecer y en el futuro generar fuentes de empleo, que es lo que Guatemala necesita para ser mejor, porque somos un gran país, de gente muy trabajadora, y solo necesitamos un empujoncito. 

P: ¿Dónde ves Menjurjes a medio plazo?

R: Yo espero que aquí en Guatemala todo el mundo diga que va a ir a comprar un Menjurje para hacer un pollo [risas]. En realidad, yo me visualizo de aquí a un año, y sé que es atrevido, en que por lo menos esté distribuyendo en toda la ciudad capital, en todos los mercados populares y tal vez de aquí a dos años estemos en los principales departamentos de Guatemala. Bueno, y en tres años me encantaría poder estar ya en España.

 

P: ¿Qué es lo que más te satisface de emprender?

R: Una vez me hicieron un ejercicio en el que me preguntaban sobre a qué era a lo que jugaba cuando era pequeña y les respondí que mi juego preferido era imaginar que tenía un negocio [risas]. Me encanta la interacción con la gente, me gusta la gente, me da mucha satisfacción. 

Más que generar la venta o que esto esté proveyendo de comida a mi familia, me agrada el hecho de que la gente regrese conmigo, que me vuelva a comprar y me diga que a sus hijos les gusta cómo hacen la comida.

Porque la idea es que todos podamos pasar más tiempo en familia y menos tiempo en la cocina. Creo que si las familias están más tiempo unidas, hablando alrededor de la mesa, entre todos vamos a conseguir ser mejores personas. 

 

Hazlo rápido, fracasa en chiquito y vuelve a empezar.

 

P: Desde ese punto positivo de la idea de tu emprendimiento, ¿Qué consejo darías a alguien que duda de si emprender o no y no se acaba de atrever?

R: Yo he aprendido que no hay un plan perfecto, si lo piensas mucho no lo haces. Uno empieza con poquito, arriesga poquito, fracasa y vuelve a empezar, pero también es fundamental capacitarse. Ahora hay una ola de emprendimiento y es necesario agarrarse a esta ola y ver vídeos, tutoriales y clases, porque en todos los países hay lugares donde uno se puede capacitar. 

Y hay que hacer un plan de con cuánto es lo mínimo que puedes vivir, deja la parranda, el cine, el ocio más superfluo si de verdad quieres construir algo, dejar esos gastos secundarios. Los que de verdad son tus amigos te van a invitar a un café sin duda [risas]. 

Si quieres hacer un emprendimiento hay que sacrificar un poquito esa área social porque no se hace sin sacrificio. Te tiras de cabeza y ya está, así es como se aprende a nadar, si tienes la idea hazlo rápido, fracasa en chiquito y vuelve a empezar. E insistir en la capacitación, que es muy importante. 

 

P: Muchísimas gracias por tu amabilidad y tus respuestas. ¿Se te ocurre algo más que quieras decir para concluir la entrevista?

R: Simplemente animar a la gente a que se arriesgue, estoy convencida de que hay un montón de ideas fabulosas, cosas maravillosas en la mente de cada uno, pero tenemos que tomar el riesgo y llevarlas a cabo. 

 

Hablar con Cristina Contreras nos deja con el mejor sabor de boca, con la sensación de que con imaginación y esfuerzo todo es posible, no solo conseguir el éxito en un emprendimiento, sino lograrlo haciendo feliz a quienes lo consumen. 

Ella misma se ha cocinado todo el negocio, paso a paso, visitando mercados, dialogando con distribuidores, mostrando las mejores recetas en las redes sociales. Ojalá muy pronto todos podamos compartir los platos más sabrosos y sanos gracias a Menjurjes. 

 


Cada semana, destacamos una empresa de Guatemala, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.