Las manos de Susana Mejía hacen algo parecido a la magia. Consiguen que el papel nos ilumine. Porque esta emprendedora guatemalteca es una maestra del origami, una técnica milenaria japonesa que consiste en el plegado del papel hasta darle una forma estética y espiritual al tiempo. Y a partir de esos diseños originales crea unas lámparas únicas, con bases de bambú, que embellecen los ambientes de las viviendas de sus clientes.

Tras más de seis años impartiendo talleres de origami y protagonizando exposiciones de cuadros realizados con esta técnica, nuestra protagonista decidió emprender y vender sus propias creaciones. Para ello creó su empresa y comenzó a diseñar infinidad de lámparas. Ahora espera que la luz que nace de sus esculturas de papel pueda llegar a los hogares de todo el país.

Pliegues Susana Mejía es nuestra empresa destacada de la semana en el marco del Plan de Digitalización MIPYME de Guatemala, y lo es porque, con sus productos, Susana pretende también demostrar que el riesgo y la innovación ofrecen un beneficio a toda la sociedad. 

La empresa, de reciente apertura, ya ha recibido el apoyo de todos los que han podido contemplar el producto, admirados por la belleza de los diseños y el talento de su creadora. Dejemos ahora que sea la propia Susana quien nos cuente más detalles de su aventura. 

 

PREGUNTA: Hola Susana. Damos la bienvenida a Pliegues Susana Mejía como empresa destacada de la semana en Guatemala. ¿Nos podrías contar cuál es la historia que hay detrás de tu emprendimiento?

Susana Mejía junto a sus productos.
Susana Mejía junto a sus lámparas de origami.

RESPUESTA: Yo empecé con el origami por mi hijo, el mayor. Hace alrededor de unos seis años me empezó a interesar y comencé a trabajarlo. Es un arte japonés que trata de plegar un trozo de papel para crear figuras o esculturas de ese mismo material. 

Tiene dos ramas: el origami modular, que consiste en plegar dos módulos y luego entrelazarlos y es lo que yo estoy realizando con las lámparas; por otro lado está el kirigami, que es el arte de cortar. 

A raíz de enseñar yo todo esto, empecé a practicar y me enamoré de lo que es el origami. Creo que es mágico que a partir de un trozo de papel salgan estas cosas lindas. 

 

P: Parece un trabajo impresionante…

R: Es cuestión de aprenderlo. Esto se trabaja a partir de diagramas. En realidad, en Youtube y en diferentes canales de Internet podemos encontrarlo, pero realmente no es lo mismo que aprender a hacer origamis, que se crean a partir del diagrama y fueron concebidos por los maestros japoneses, que son quienes han creado las figuras. A partir de ellas, uno las plasma, las realiza a través de esos diagramas, los cuales poseen también una simbología. 

En las lámparas se trabaja un módulo en un diagrama y este pueden ser seis, ocho y hasta doce dobleces. Después repites dicho módulo, 30, 60 o 90 veces para crear esas esferas que, más que nada, nos permiten construir una visión espacial del conjunto. 

Además, estas estrellas que se generan están siendo investigadas y se sabe que transmiten mucha energía en el lugar en el que están gracias a sus poliedros. Hacemos muchos poliedros y a partir de ellos generamos un icosaedro, lo que implica que trabajamos multitud de puntos. 

A raíz de investigar todo eso hice algunos talleres en Guatemala para enseñar el origami y transmitir todos los beneficios que trae el trabajarlo. Aunque la dificultad es que la gente cree que solo es doblar papel y no somos conscientes de la complejidad que trae trabajarlo. Es por ello que me ha costado mucho que a la gente le interese aprender este tipo de arte. 

 

Uno debe ser innovador, emprendedor y arriesgarse.

 

P: Ahora mismo lo que ofreces a los clientes es la creación de lámparas con diseños originales. ¿Es así? 

R: Ahora realmente lo que yo quiero impulsar es dar a conocer que uno debe ser innovador, emprendedor, arriesgarse y hacer cosas prácticamente nuevas y tener piezas únicas, creativas y diferentes. Eso es lo que yo realmente quiero promocionar con mis lámparas. 

 

 Pliegues Susana Mejía. Lámpara de origami azul.

 

P: ¿Estás siguiendo alguna estrategia de marketing para darte a conocer?

R: Abrí mi página en Facebook y la cuenta de Instagram la asocié con la otra [página de Facebook] que tengo de los talleres, que lleva más tiempo posicionada. En Facebook abrí una nueva y estoy pagando un poco de publicidad para darla a conocer, pero lamentablemente, de momento la gente pregunta el precio, pero no dice nada más. 

La gente considera que es solo papel y que es barato. Sin embargo, yo trabajo con papeles especiales, les doy un recubrimiento con un esmalte para que no pierdan el color. También se me ocurrió usar el bambú y le pongo una base sólida de bambú, aunque esta parte no la hago yo. La mando encargar, aunque sí soy la creativa en relación con la forma que tiene. 

 

P: Al ser Instagram una red social centrada en la imagen, ¿No has recibido más respuestas por este canal?

R: La verdad es que no, aunque aún no lo he trabajado tanto. Ha sido más por Facebook, pero sí, creo que es mejor trabajar Instagram. 

 

P: ¿Y qué respuestas has tenido de amigos, conocidos, clientes… cuando contemplan tus productos?

R: Todo el mundo me dice lo maravilloso que es mi trabajo, que qué manos, qué arte… Por este motivo tengo la confianza de que va a llegar el momento del éxito. 

 

Me emocioné con las lámparas porque hay
infinidad de diseños.

 

P: Claro, Susana, porque el emprendimiento supone insistencia y si el producto es bueno y original hay que darlo a conocer. ¿Por qué te decidiste a abrir este negocio? Una vez que llevabas seis años impartiendo talleres, ¿En qué momento dices “esto quiero crearlo y venderlo yo”?

Pliegues Susana Mejía. Lámpara morada encendida.R: Fue cuando empecé a ver cómo podía posicionar el origami para que a todo el mundo le gustara. Mi idea es trabajar cosas innovadoras y diferentes porque yo competencia no tengo. La idea es mía. Hay gente que tal vez puede trabajar productos similares, pero en otras esferas. Como te digo, en Youtube es posible verlo. 

Estuve dando unos talleres de estas esferas, pero luego a la gente no le salía igual y tenía que terminar haciéndolo yo, porque lo más difícil es ensamblar, no hacer el módulo. Para ensamblar debes tener una visión espacial y yo en aquellos talleres no ponía esferas tan complicadas. El precio va a derivar también de la complejidad que me lleve hacer la esfera y esta fue la razón por la que decidí traer cosas diferentes a Guatemala. 

Protagonicé una exposición de cuadros en base a origami. A mí me encantaron porque era origami en miniatura e hice mandalas y un montón de cosas. Hice la exposición en un museo de Guatemala que se llama Miraflores, que lo visitan sobre todo más alumnos y colegios. Hice marcos y de todo. Me llevó mucho tiempo, pero como me gusta tanto, no siento tan pesado el trabajo. Entonces volví a dar talleres y ahorita me emocioné con las lámparas porque hay infinidad de diseños. En estas esferas hay infinidad; no puedes imaginar la cantidad de diseños. 

 

Mi sueño sería volver moda mis lámparas.

 

P: También es un trabajo creativo que entiendo que tiene que resultar muy satisfactorio, ¿Es así?

R: Sí, bastante. Esto es lo bonito de eso, que quieres verlo terminado. Y la satisfacción que ofrece el ver que lo pudiste hacer.

 

P: Y es un valor añadido al emprendimiento ver el resultado de tu trabajo, creatividad y tu talento. Y ahora, ¿Cuál es tu sueño? ¿Cuáles son tus perspectivas de crecimiento del negocio en un periodo de dos a tres años?

R: Mi sueño sería volver moda mis lámparas, que todo el mundo las valorara y las quisiera. Darme a conocer y que la gente valore lo que uno hace y las adquiera para la decoración de sus hogares. 

 

Pliegues Susana Mejía. Lámpara de origami blanca.

 

P: ¿La idea es que Pliegues Susana se centre en las lámparas en exclusiva? 

P: Exacto. Es lo que quiero ahora. Ya no quiero hacer tanto origamis, porque hago miles. Ahora quiero enfocarme en las lámparas, que sé que es algo sensible, que la gente puede tenerlas en sus salas o donde quiera colocarlas, y estar yo presente ahí con mi trabajo. Esa sería mi meta: vender bastantes lámparas.

 

P: Esperamos que de verdad lo consigas. Seguro que sí. Enhorabuena por haber emprendido y por tener unos productos tan creativos y tan bonitos.

R: Muchísimas gracias por la oportunidad y por el apoyo que nos están dando para la página, porque aquí es caro subir una página web, porque no cuenta uno con esas cantidades de inversión y entonces cuando yo vi la oportunidad la quise aprovechar. Yo sé que por medio de esta plataforma me voy a dar a conocer un montón. 

 

Susana Mejía es un ejemplo de que aunar la vocación, el talento y la innovación nos ayuda a generar un producto que sea a la vez único y ayude a sentirse mejor a aquellos que apuestan por él. 

Esta “escultora con papel” crea unas lámparas que, estamos seguros, lucirán en las estancias más destacadas de muchas viviendas en Guatemala. Porque la imaginación sumada al emprendimiento es capaz de desarrollar objetos que, como ella misma describe, pueden llegar a ser “mágicos”. 

 


Cada semana, destacamos una empresa de Guatemala, en el marco del Plan de Digitalización MIPYME, cuya trayectoria, logros y experiencia son una inspiración para todos nosotros. Es un honor y un privilegio poder acercar estas grandes historias y aprender de ellas.